El Kremlin ha estado ansioso por ejercer mayor control sobre Internet, que los activistas de oposición (privados de la televisión nacional) han usado para promover sus ideas y organizar protestas.
El Parlamento ruso aprobó esta semana una ley que requiere a los portales de las redes sociales mantener sus servidores en Rusia y almacenar toda información sobre sus usuarios al menos por seis meses. Asimismo, empresarios allegados a Vladimir Putin controlan la principal red rusa de medios sociales, VKontakte.
En un foro sobre la prensa en San Petersburgo, Putin afirmó el jueves que Internet fue originalmente un “proyecto de la CIA” y que “sigue desarrollándose como tal”. Agregó que para resistirse a esa influencia, Rusia debe “luchar por sus intereses” en línea.
Un bloguero ruso se quejó ante Vladimir Putin de que cibersitios extranjeros y Yandex, la máquina de búsqueda que es más que Google en Rusia, almacenan información en servidores en el exterior, lo que podría atentar contra la seguridad rusa.
En su respuesta, Putin mencionó presiones no especificadas que sufrió Yandex en sus primeros años y censuró a la compañía por registrarse en Holanda “no solamente por motivos impositivos sino también por otras consideraciones”. Aunque los comentarios de Putin no incluyeron amenazas específicas contra Yandex, una de las empresas tecnológicas rusas más exitosas, el precio de sus acciones caía 5 % en la apertura de Nasdaq el jueves.