Es una presión más que ejerce Moscú sobre Ucrania desde que el presidente prorruso de ese país, Viktor Yanukovich, fue derrocado en febrero después de meses de protestas callejeras. Mientras tanto, el jefe militar de la OTAN en Europa dijo a The Associated Press que las medidas de respuesta a la amenaza militar rusa a Ucrania podrían incluir el despacho de soldados estadounidenses a las naciones de la alianza en Europa Oriental que se sintieran en peligro.
El general de la fuerza aérea Philip Breedlove dijo a la AP el miércoles que “no descararía la participación de ningún país, incluido Estados Unidos”. “Esencialmente lo que estamos estudiando es un paquete de medidas terrestres, aéreas y marítimas que tranquilicen a nuestros aliados más orientales”, afirmó.
Vladimir Putin, que preside una reunión con ministros en su residencia suburbana, dijo que exigir los pagos del gas por adelantado “se corresponde con el contrato” entre Ucrania y Rusia. De todos modos sugirió que la enorme empresa estatal Gazprom no aplique dicha medida antes de “realizar consultas adicionales” entre ambas partes.
Rusia ya ha eliminado un descuento del gas que había concedido a Ucrania, aduciendo que estaba vinculado a un contrato por el estacionamiento de la Flota Rusa del Mar Negro en Crimea, una región ucraniana que Rusia se anexó el mes pasado. Y Ucrania prometió al Fondo Monetario Internacional que cortaría los subsidios energéticos a los residentes a cambio de un rescate financiero de hasta 14.000 millones de dólares. De este modo los precios del gas deben aumentar 50% el 1 de mayo aun antes de la más reciente amenaza de Putin.
El ministro de energía de Ucrania, Yuri Prodan, dijo en Kiev que su país pagará las entregas rusas de gas de marzo solo después de convenir un acuerdo sobre el precio. Rechazó el precio mucho más alto que anunció Gazprom y dijo que Ucrania no ha bombeado nada de gas de Rusia en lo que va de este mes. Las autoridades en Kiev también advirtieron el miércoles que estaban preparadas para usar la fuerza para desalojar varios edificios gubernamentales ocupados por separatistas prorrusos en el este de la nación.
Los manifestantes seguían ocupando la sede central del Servicio de Seguridad ucraniano en la ciudad de Luhansk, mientras cientos de sus partidarios acampaban al frente del edificio y vivaban al presidente ruso Vladimir Putin.
La agencia de seguridad había dicho que los separatistas dentro del edificio, armados de explosivos y otras armas, permitieron que 56 rehenes salieran durante la noche. Una portavoz dijo que no quedaban cautivos. Pero Tetyiana Pohukay, una vocera de la policía regional, afirmó que nunca había habido ningún rehén en el interior, según la agencia noticiosa Interfax.
La sede del servicio de seguridad de Luhansk es uno de varios edificios del gobierno capturados por grupos promoscovitas el domingo, en una intensificación de las protestas contra el gobierno interino ucraniano desde el derrocamiento del presidente Viktor Yanukovich en febrero.
Serhiy Tyhipko, un legislador vinculado con el anterior gobierno ucraniano, instó a las autoridades a no irrumpir en el edificio de Luhansk sino negociar en procura de una solución pacífica. Tyhipko dijo que los manifestantes exigían convertir Ucrania en un estado federal con amplias autonomías regionales, en vez de reclamar una secesión. “El pueblo no plantea la cuestión de separarse de Ucrania ni pide la ayuda de otros países”, aseguró Tyhipko en su página en Facebook.