Trabajadores de la fábrica de automóviles de Mercedes-Benz en Brasil se declararon el miércoles en huelga, la segunda que ocurre en la semana en las compañías automotrices que previamente despidieron a cientos de trabajadores.
El sindicato de trabajadores metalúrgicos decidió decretar un paro de 24 horas como protesta por el despido de 244 obreros, que habían sido temporalmente suspendidos de una planta ubicada a las afueras de la ciudad de Sao Paulo.
“La empresa rompió el acuerdo de la suspensión que preveía que respetarían sus contratos hasta abril de este año”, dijo Moisés Selerges, director administrativo del sindicato en un comunicado.
La huelga, que según el sindicato cuenta con el apoyo de 90% de los 11.000 trabajadores de la planta de Mercedes-Benz, ocurre un día después de que los trabajadores de una fábrica de Volkswagen se declararon en paro por tiempo indeterminado hasta que reincorporen a 800 obreros que previamente habían sido despedidos.
La planta Volkswagen, también ubicada en el municipio de Sao Bernardo do Campo, emplea a 13.000 trabajadores.
Mercedes-Benz, con sede en Stuttgart, Alemania, no respondió de manera inmediata a una solicitud de información de la AP. La armadora alemana Volkswagen dijo en un comunicado que la huelga paralizó absolutamente la producción en las líneas de ensamble. La compañía dijo que un “escenario del mercado” negativo justificó los despidos.
Las ventas de automóviles en Brasil cayeron un 7% entre 2013 y 2014, el peor desempeño desde 2002, según la Federación Nacional de Distribución de Vehículos.
Representantes de la industria culpan al mercado crediticio que enfrenta más restricciones, al endeudamiento de la población y a una inflación generada por un bajón en las ventas que se estiman que continúe disminuyendo en 2015. Esa circunstancia provocaría un ajuste en la producción.