México, 3 Dic (Notimex).- La asambleísta Ana Juana Ángeles Valencia urgió a renovar las unidades de transporte público concesionado, ya que 60 por ciento de ellas concluyeron su vida útil o es obsoleta.
De las 38 mil unidades modelo 1999, expuso, ninguna es adecuada para atender a las más de 500 mil personas con discapacidad registradas en el Distrito Federal.
En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la legisladora local consideró necesario retomar los bonos de chatarrización, cuyo monto oscila entre 100 mil y 200 mil pesos, para ayudar a cambiar las unidades inservible por vehículos más modernos.
Con ese presupuesto los concesionarios de las rutas 1, 2, 14, 25 y 119 podrían sustituir los carros viejos que corren desde las estaciones Barranca del Muerto y Mixcoac hasta Constitución de 1917, del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, y por la avenida Javier Rojo Gómez, en Iztapalapa.
Con un financiamiento apoyado por los bonos de chatarrización les sería también más fácil adquirir unidades con características especiales para pasajeros con discapacidad y de la tercera edad, abundó.
La integrante de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) declaró que es necesario hacer conciencia sobre el tema de accesibilidad y conocer las consecuencias que padecen los ciudadanos con discapacidad, al no contar con un transporte digno.
Destacó que aunque hace más de un año inició el programa de taxis preferentes en el Distrito Federal, con 12 unidades que tienen rampa para transportar a pasajeros en sillas de ruedas, esa cifra es insuficiente.
La legisladora del partido Morena llamó a la Secretaría de Movilidad a avalar la introducción de unidades de este tipo, que además ayudan a preservar el ambiente porque utilizan gas natural; su costo aproximado es de entre un millón 300 mil y dos millones y medio de pesos, aproximadamente.
Esos vehículos tienen capacidad para un total de 100 pasajeros, con 40 asientos, sus espacios están adecuados para personas en sillas de ruedas, además de que tienen un sistema de monitoreo que consiste en cuatro cámaras internas y dos externas para supervisar su servicio.
También poseen sistema braille, son de piso bajo es decir que no tienen escalones, cuentan con rampa y la unidad es automática para facilitar al chofer un mejor manejo en caso de algún accidente vial.
El costo de pago, añadió la Ángeles Valencia, se igualaría ya sea al pasaje del Metro o al Sistema de Corredores de Transporte Público de Pasajeros del Distrito Federal, Metrobús.