En su opinión, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) enfrenta una de sus peores crisis debido a la línea política de su dirigente nacional, Jesús Zambrano, de acercamiento con el Gobierno Federal.
En conferencia de prensa Lucio Borreguín, de Izquierda Social; Gilberto Ensástiga, de Unidad Nacional de las Izquierdas; y Carlos Sotelo, de Democracia Social, confiaron en que al igual que en otras ocasiones el PRD superará esta crisis, según ellos la más aguda y profunda en 25 años de existencia.
Al leer un posicionamiento respecto a la renovación de la dirigencia nacional, frente a la resolución del Instituto Federal Electoral (IFE) de dar una prórroga para que se realice, los líderes de esas tres expresiones perredistas coincidieron en la necesidad de un interinato en la presidencia nacional.
Consideraron que el actual presidente nacional, Jesús Zambrano, y los órganos partidarios deberán concluir su gestión en marzo y abril, para dar paso a un interinato en lo que avanza la continuación del proceso para elegir a los nuevos liderazgos partidistas.
Nadie debiera insistir en una maniobra interna que pretenda la continuidad del actual bloque dirigente e impedir a la base militante del PRD el ejercicio de sus derechos fundamentales de elegir y ser elegidos en la integración de nuestros órganos de dirección interna, expresaron.
Carlos Sotelo, quien aspira a dirigir el partido, dijo que debe cumplirse la resolución del congreso nacional del PRD celebrada el año pasado, para que sea el órgano electoral federal, ya sea el IFE o el Instituto Nacional Electoral (INE), el que organice las elecciones internas de ese instituto político.
Coincidió con los otros líderes en que de esa manera se podría atajar un posible fraude interno en el proceso de renovación o la pretensión de prolongar la permanencia de la actual dirigencia
Expresaron que los órganos colegiados de la dirección política y la propia presidencia deben ser electos por voto libre secreto de los afiliados a ese partido, y no apostar al sufragio indirecto porque esto significaría convertir al PRD en un partido burocrático, vertical y cada vez más alejado de la base social.