Los meteorólogos pronostican este 2014 un calentamiento en el centro del Océano Pacífico que cambiará la pauta climática en el mundo. Y esa es una buena noticia para un vasto sector de Estados Unidos, cansado del frío y otro afectado por sequías.
El fenómeno, denominado El Niño, presumiblemente significará menos huracanes en el Atlántico y más lluvia en el próximo invierno para una California acosada por la sequía y otros estados del sur, y un invierno menos duro para el norte el año próximo, dijeron. A nivel mundial puede significar un año más caluroso y miles de millones de dólares en pérdidas de cultivos alimenticios.
La Administración Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA) emitió un aviso oficial sobre El Niño el jueves. Esa corriente provoca el calentamiento en el centro del Pacífico cada pocos años, a causa de una combinación de viento y oleaje en los trópicos. Modifica las pautas de lluvias y temperaturas en el mundo.
Mike Halpert, director interino del Centro de Pronósticos Climáticos de la NOAA, anticipó que el calentamiento de El Niño se producirá en el verano, aunque no hay certeza. Aunque se han detectado los primeros indicios a unos pocos cientos de metros por debajo de la superficie del océano, los meteorólogos advierten que El Niño empezó a entrar en acción en 2012 y que después súbitamente se esfumó.
El reverso de El Niño es La Niña que, por el contrario, enfría. Ultimamente ha sido mucho más frecuente que El Niño, con cinco Niñas y dos Niños de leves a moderados en los últimos nueve años. El último El Niño intenso fue en 1997-98. Ninguno de los dos fenómenos aparece desde mediados del 2012. El Niño suele ser más intenso entre diciembre y abril.
Kevin Trenberth, científico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica, que no participó en el pronóstico de la NOAA, coincidió en que El Niño se está formando. “Podría ser un fenómeno sustancial y creo que ya era hora”, opinó. “Y creo que podría tener grandes consecuencias”.
Estudios científicos han asociado El Niño a problemas agrícolas y pesqueros y a aumentos en enfermedades transmitidas por insectos, como la malaria. Los corredores de materias primas observan los ciclos de El Niño. Un estudio del profesor de economía Bruce McCarl, de la Universidad A&M de Texas, calculó que el Niño de 1997-98 costó unos 3.000 millones de dólares en daños a la agricultura.
Trenberth dijo que este El Niño podría incluso “impulsar el calentamiento global a un nuevo nivel”. Pero Halpert aclara que El Niño puede ser beneficioso también.
Después de años de sequía y embalses con poca agua, el clima más húmedo de El Niño sería una bendición para lugares como California, especificó. “Si reciben mucha lluvia, creo que preferirían eso a otro año de sequía”, opinó. “A veces uno tiene que escoger su propio veneno”. Australia y Sudáfrica tendrán clima seco, mientras El Niño llevará clima seco o húmedo a distintas zonas de Sudamérica. Perú es el más afectado con inundaciones y merma de la pesca.