Un aumento de la temperatura que ha acompañado una tormenta invernal convirtió la nieve que caía en aguanieve, creando condiciones peligrosas en las aceras y calles de Nueva York y Filadelfia el domingo.
En Boston se pronosticaba que la temperatura subiera a unos 5 grados centígrados (40 grados Fahrenheit), un cambio agradable en una ciudad donde han caído 2 metros (7 pies) de nieve.
La tormenta provocó fuertes precipitaciones de nieve en áreas interiores. En zonas de más elevación en el oeste de Virginia, Virginia Occidental y el oeste de Maryland cayeron 25 centímetros (10 pulgadas) de nieve o más. En Baltimore cayeron unos 20 centímetros (8 pulgadas), mientras que en Filadelfia fueron unos 13 centímetros (5 pulgadas) y en el Parque Central de Nueva York unos 10 centímetros.
La tormenta también provocó dolores de cabeza en otras partes: la lluvia y la temperatura por encima de punto de congelación en Tennessee provocó que las autoridades advirtieran de posibles inundaciones repentinas por la nieve derretida el domingo.
Por su parte, la Administración Federal de Aviación prohibió temporalmente la salida de vuelos el sábado desde el Aeropuerto Internacional de Filadelfia debido a la visibilidad reducida y fuertes vientos, dijo la portavoz aeroportuaria Mary Flannery.
La portavoz dijo que aproximadamente 20% de los vuelos fueron cancelados y muchos otros demorados. Los tres aeropuertos de la zona metropolitana de Nueva York, el Aeropuerto Internacional Dulles de Washington y el Aeropuerto Internacional de Memphis en Tennessee también experimentaron demoras significativas debido al tiempo, según la FAA.
Pero el este del país no logró acaparar la miseria invernal porque cayeron unos 8 centímetros en partes de Colorado el sábado. La tormenta pudiera descargar más de 70 centímetros (2 pies) en algunas áreas para principios de la próxima semana.