El presidente de la asociación cúpula del empresariado alemán, la Confederación de la Industria Alemana (BDI), Ulrich Grillo, declaró lo anterior al inicio del evento y afirmó que la industria alemana emprende el año con confianza. “La economía mundial seguirá creciendo”, vaticinó.
El líder industrial especificó que hay buenas perspectivas en los mercados de Estados Unidos y de Japón, y eso crea optimismo. Reconoció, sin embargo, que “hay nubes oscuras en el horizonte a causa de la crisis de Crimea y del futuro del Cambio Energético” en Alemania para poner fin a la energía nuclear y generar la electricidad a través de fuentes renovables.
El problema radica en que la elevación de los costos de la electricidad se debe detener, pero que eso aún no se perfila en el horizonte. Dijo que “la política debe llevar a cabo el cambio energético en forma inteligente sin dañar la industrialización del país en forma duradera”.
En relación a Rusia y las posibles sanciones sobre el comercio apuntó que “las sanciones tienen siempre repercusiones negativas. Pero proteger la libertad y la seguridad está por sobre las consecuencias económicas”.
Expresó su confianza en la canciller federal, Angela Merkel, y en la posición política asumida por ésta en cuanto a la crisis de Crimea y Rusia. Manifestó que “entiende las preocupaciones de las empresas. Pero los temas de libertad, seguridad y derecho internacional tienen primacía”.
El presidente de la BDI estimó asimismo que las importaciones alemanas serán de nuevo este año mayores que las exportaciones, igual que en el 2013 y comentó que “en vista de las críticas en contra del superávit de la balanza de pagos alemana, veo esa tendencia positiva”. Las críticas proceden del Fondo Monetario Internacional, de Francia y de la Unión Europea.
Según esos enfoques, las exportaciones alemanas abarcan sectores de mercado que los países europeos en crisis deberían surtir, además de que las importaciones de Alemania procedentes de esos países deberían aumentar, todo con el fin de que éstos puedan superar sus problemas.
Grillo agregó que justamente el incremento de la inversión directa en Alemania hace que se eleven las importaciones. Con ese tipo de inversión se refirió a la que realizan las propias empresas en Alemania para expander su capacidad de producción y modernizarse. Precisó que alrededor del 30 por ciento de las inversiones en equipo que se realizan en Alemania provienen de importaciones.
El rubro de las inversiones en equipo ha aumentado en los tres trimestres anteriores, lo que habla de que el monto de los pedidos que reciben las empresas en Alemania continúa aumentando, y eso impulsa la ampliación de la capacidad de producción, dijo. Si bien las condiciones-marco son buenas actualmente en Alemania, el sector político del país debe ocuparse seriamente de que se genere valor añadido en el país para lo que se requiere impulsar la creación de innovaciones.
A eso se suma que los sectores político y empresarial emprendan mas esfuerzos para desarrollar al país como polo de captación de inversiones. Se refirió con ello a la “Industria 4.0”, que es el proyecto estratégico del gobierno alemán para desarrollar en el futuro la industria clásica para informatizarla, en sectores como por ejemplo la producción.
La meta es la creación de “fábricas inteligentes” que se caractericen por su capacidad de adecuación para modernizarse conforme surjan las nuevas exigencias de los mercados. Además las “fábricas inteligentes” deben ser eficientes en el uso de los recursos, ser ergonómicas y lograr la integración de clientes y de socios en los procesos de negocios y de valor añadido. El fundamento de esa estrategia son los así llamados Sistemas Físico-Cibernéticos y el Internet de los Objetos.
Esta última es la digitalización a través de sensores y computadoras miniatura en los objetos tales como la ropa. Esa digitalización tendrá el sentido de permitirle a la persona llevar a cabo tareas en forma mas eficiente y en conexión con la red.