El juez Orlando García, de la Corte Federal para el Distrito Oeste de Texas, en San Antonio, declaró anticonstitucional la prohibición al señalar que ésta no tiene ninguna relación racional con un propósito legítimo de gobierno.
El juez decidió también emitir una suspensión para que su dictamen no comience aún a ser aplicado en tanto no se decida en una apelación, lo que significa que las parejas homosexuales no podrán aún casarse en Texas.
El dictamen es el más reciente de una serie de acciones en las cortes federales y estatales para revocar las actuales leyes que prohíben el matrimonio legal a homosexuales.
Una de las principales responsabilidades de la Corte es asegurarse de que las personas sean tratadas con igualdad bajo la ley. Igualdad de trato de todas las personas ante la ley es más que una aspiración, es un mandato constitucional, dijo García al emitir su fallo.
Precedentes en la Suprema Corte de Justicia prohíben a los estados promulgar legislaciones que nacen de la animosidad contra los homosexuales y se ha extendido la protección constitucional a las decisiones morales y sexuales de los homosexuales, explicó el juez.
Las decisiones tomadas por el máximo tribunal del país ya prohíben al gobierno federal tratar de forma diferente a los matrimonios de distinto sexo autorizadas por el Estado y a los matrimonios del mismo sexo, precisó.
La decisión de García se origina en una demanda presentada por dos parejas del mismo sexo: Cleopatra De León y Nicole Dimetman de Austin, y Mark Víctor Phariss y Holmes, de Plano.
En Texas, el gobernador Rick Perry y el procurador general Greg Abbott, ambos de extracción republicana, son férreos opositores al matrimonio entre homosexuales.
La gente del estado de Texas, yo mismo incluido, creemos que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, dijo Perry en una reciente entrevista.