Recep Tayyip Erdogan, quien llegó la víspera, se reúne este martes con la canciller federal alemana Angela Merkel, tras la crisis de corrupción que afectó a su partido Justicia y Desarrollo (AKP). El foco de su visita será el discurso con el que el buscará ganar el apoyo de los dos millones de turcos que viven en Alemania, a los que se suma un millón más de personas con raíces turcas en este país.
En las elecciones presidenciales turcas del próximo agosto, que será la primera directa de un mandatario, también podrán votar los ciudadanos de ese país en el exterior, y se estima muy probable que Erdogan busque ese cargo.
El actual presidente turco Abdullah Gül concluye su gestión este año y Erdogan en 2015, pero no puede ya repetir en el cargo, por lo que se estima muy probable que busque la jefatura del Estado turco. Esta campaña electoral en el exterior, como la definieron varios medios alemanes, se lleva al cabo en momentos difíciles para Erdogan y su formación islámica Partido para Justicia y Desarrollo (AKP).
El primer ministro fue afectado en diciembre por un escándalo de corrupción que derivó en un cambio sustancial de gabinete, causó fuertes reacciones en los mercados financieros y obligó al banco central turco al aumento significativo del tipo de intereses el mes pasado.
Erdogan hablará a este martes en la Asociación alemana de Política Exterior (DGAP), se encontrará con Merkel y luego se reunirá con las comunidades turcas, donde se espera una asistencia de entre cuatro mil a siete mil personas. Aunque el AKP mantiene el apoyo del 45 por ciento de la población turca, casi el doble de la mayor fuerza opositora, la popularidad personal de Erdogan quedó dañada por el escándalo.
En esta visita a Alemania el jefe del gobierno turco tocará de nuevo el tema de la entrada de Turquía a la Unión Europea (UE), bloqueada tras la represión a las protestas por la pretendida desaparición del histórico parque de Taksim Gezi en el centro de Estambul en mayo último. Una serie de manifestaciones de ciudadanos turcos está programada a lo largo de esta jornada en el barrio de Kreuzberg, donde conviven turcos y jóvenes alternativos de todo el mundo.