El primer avión 100% mexicano podría llegar a fin de año
El prototipo fue presentado el mes pasado en la Feria Espacial 2017
Pegasus, el avión diseñado por jóvenes oaxaqueños y construido con tecnología cien por ciento mexicana, se encuentra en fase de pruebas de pista y se estima que a finales de este año surque el cielo por primera vez.
El pequeño y llamativo avión fabricado por la empresa Oaxaca Aerospace posee los prototipos Pegasus I y Pegasus II, este último presentado con éxito durante la Feria Aeroespacial (Famex) 2017, celebrada el mes pasado en la Base Aérea de Santa Lucía.
“Ese primer prototipo se encuentra en pruebas de aceleración ya en pista, y de timón, así como rotaciones ligeras despegando la rueda delantera”, detalló el gerente general de Oaxaca Aerospace, Rodrigo Fernández González.
Detalló que también se encuentran a la espera de la autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para realizar las pruebas de rotación de la parte delantera del avión y de levantamiento de la aeronave, que estimó podría realizarse a finales de año.
La idea nació de su padre, el ingeniero Raúl Fernández, fundador de la empresa, quien decidió fabricar un avión mexicano para el entrenamiento de pilotos.
“El trabajo que arrancó en 2011 obedeció a la etapa de diseño y en 2013 logramos el primer prototipo”, externó Rodrigo Fernández.
Por su parte, el supervisor de diseño para Oaxaca Aerospace, Óscar Habib Ponce de León Uribe, enfatizó que el primer prototipo obedeció a la necesidad de concretar desarrollo tecnológico. Mientras el segundo fue para el perfeccionamiento de la tecnología y del diseño para lograr un producto comercial.
“Estamos hablando de un trabajo de desarrollo tecnológico muy importante en el que nuestros ingenieros se han metido de lleno a la elaboración de las piezas, hemos generado desde nuestros pistones hasta las piezas más mínimas del motor”.
En el proyecto participan alrededor de 30 ingenieros oaxaqueños con la colaboración de universidades de otros estados. Asimismo, cuenta con el apoyo de inversiones privadas y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).