Los 635 mil litros de crudo pesado y lodoso que se escaparon luego del choque de una barcaza con otra embarcación el pasado sábado, están resultando extremadamente difícil de contener, señalo el grupo de la Sociedad Audubon de Houston.
La mancha del derrame se ha extendido hasta unos 20 kilómetros del punto de la colisión.
Desde el primer día, los especialistas en vida silvestre habían advertido que el derrame no pudo haber ocurrido en un área más sensible que la Bahía de Galveston.
El área alberga un santuario global de aves conocido como Bolívar Flats, donde se albergan grandes cantidades de aves migratorias de múltiples especies.
El choque se produjo en el Canal de Navegación de Houston, que cuenta con áreas de anidación y sitio de descanso de aves en ambas orillas.
“Tememos que esto se pondrá mucho peor”, dijo Jessica Jubin, vocera de la Sociedad Audubon de Houston. El grupo ecologista administra el santuario de aves Bolívar Flats.
Los ecologistas advierten que el verdadero número de víctimas del derrame solo se conocerá en un período de años, no días.
No sólo es el lugar del derrame lo que preocupa a los ambientalistas, sino también el mal momento en que esto ocurre.
Decenas de miles de aves invernantes están haciendo su arribo estas semanas a la Bahía de Galveston, especialmente al santuario Bolívar Flats.
Los equipos de limpieza están en una carrera contra el tiempo para evitar que el petróleo llegue a la línea de costa y para mantener a las aves fuera de peligro.
Por otra parte, el Canal de Navegación del Puerto de Houston, fue reabierto parcialmente a la circulación de embarcaciones, luego de cuatro días de permanecer cerrado.