HARTFORD, Connecticut, EE.UU. (AP) Un preso que demandó al personal médico de la cárcel por forzarlo a tomar drogas psicotrópicas se negó a entrar al tribunal el jueves, y la jueza desestimó la demanda.
Kacey Lewis dijo a la jueza federal Vanessa Bryant que los agentes confiscaron sus notas y documentos, sin los cuales no podía proceder. También dijo que no se le permitió bañarse ni lavarse los dientes antes de la audiencia. No identificó a los agentes.
En la sala, Bryant hizo escuchar la grabación de una conversación que mantuvo horas antes con Lewis en otra sala de los tribunales federales en Hartford. Dijo que debía desestimar la demanda porque Lewis, que se representaba a sí mismo, se negaba a participar del juicio.
“Confiscaron todos mis papeles”, dijo Lewis. “No he podido bañarme desde la última vez que la vi. No voy a comparecer ante la corte con este olor”.
Funcionarios de la fiscalía estatal, que defiende al personal médico de la cárcel, prevén que Lewis apelará la desestimación o pedirá a Bryant que reabra el caso.
El vocero del departamento penitenciario, Andrius Banevicius, dijo que nadie confiscó los papeles de Lewis y sí le dieron la posibilidad de bañarse y lavarse los dientes.
Lewis, de 48 años, purga desde 2009 una condena de 15 años por asalto y secuestro de su novia en Waterbury.
Según actas del tribunal, fue sacado de su celda, engrillado y sedado con aerosol pimienta para algunas de las 42 inyecciones que recibió del personal médico en la penitenciaría de Somers. Dice que el personal de la cárcel violó sus derechos constitucionales, algo que ellos refutan.