Los presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras se reunieron hoy para planificar el destino de unos 5.000 millones de dólares que entregará Estados Unidos con el fin de frenar el ingreso masivo de drogas y migrantes a esa nación.
A la cita asistieron el guatemalteco Otto Pérez Molina, el salvadoreño Salvador Sánchez Cerén y el anfitrión hondureño Juan Orlando Hernández, que integran el Triángulo Norte de Centroamérica.
La iniciativa comprende invertir anualmente 1.000 millones de dólares a partir de 2016, por cinco años y para los tres países, así lo expresó el hondureño Arturo Corrales.
Se proyectan crear escudos antidrogas por tierra, mar y aire, y programas de empleo e iniciativas de impacto social y de fortalecimiento de las instituciones para mejorar la vida de más de 20 millones de habitantes del área.
El llamado Plan de la Alianza surgió luego de que los tres mandatarios dialogaran en julio con su colega Barack Obama en Washington para buscar una solución definitiva al problema de la migración, especialmente de menores que viajan no acompañados.
Dos semanas atrás Obama solicitó al Congreso 1.000 millones de dólares para apoyar el Plan de la Alianza a través del comercio y programas sociales que generen oportunidades de empleo como disuasivo para la migración y las actividades del crimen organizado.
El Triángulo constituye el principal puente de entrada de drogas a Estados Unidos, afirmó en una reciente visita el subsecretario de Estado para Antinarcóticos y Seguridad, William Brownfield.