Ankara, 27 Nov (Notimex).- El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, negó hoy que su país busque aumentar las tensiones y dañar sus relaciones con Rusia por el avión derribado, pero advirtió al gobierno ruso que no juegue con fuego.
Turquía no derribó el avión ruso a propósito. No es más que una reacción automática a un incumplimiento fronterizo, un ejercicio de las reglas de combate, sostuvo Erdogan y pidió a Moscú destensar la situación, ya que ambos países han tenido fuertes lazos bilaterales.
El presidente turco destacó que hay un enorme potencial para la cooperación entre Rusia y Turquía. Nosotros no queremos que este evento (del avión ruso) dañe esta cooperación porque nuestros países serían los perjudicados. Por favor no permitamos que suceda esto.
En un discurso en la norteña provincia de Bayburt, Erdogan comentó que busca reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin para conversar sobre el tema cara a cara, de acuerdo con reportes del periódico turco Daily Sabah.
Las declaraciones del mandatario llegaron un día después de que Putin, tras reunirse con el presidente francés Francois Hollande en Moscú, acusó a Turquía de comprar petróleo del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
En ese sentido, Erdogan dijo que Turquía no es tan deshonrosa como para comprar petróleo de una organización terrorista y que en todo caso el Tesoro de Estados Unidos documentó que Rusia y el EI venden aceite al régimen sirio.
Criticó además como inaceptable el apoyo de Rusia al régimen del presidente sirio Bashar al Assad, un hombre que lleva a cabo el terror de Estado.
Erdogan pidió a Rusia demostrar sus afirmaciones de que los aviones rusos volaban sobre el espacio aéreo sirio, como lo ha hecho Turquía con imágenes de radar y registros sonoros, pues de lo contrario será culpable de una gran e injusta acusación.
El incidente que ha tensado las relaciones entre Moscú y Ankara se suscitó el pasado 24 de noviembre, cuando dos aviones de combate turcos F-16 interceptaron un jet de guerra ruso cuando presuntamente violó el espacio aéreo de Turquía cerca de la frontera con Siria.
Desde septiembre pasado Rusia apoya al régimen del presidente sirio Bashar al Assad con una serie de bombardeos aéreos contra posiciones del extremista Estado Islámico (EI), que instauró un califato en áreas sirias e iraquies.