El presidente Rafael Correa negó el sábado haber interferido en el juicio que una comunidad amazónica entabló contra la petrolera Chevron en cortes ecuatorianas y por el cual la transnacional fue sentenciada al pago de 9.500 millones de dólares por daños ambientales y afectación a unos 30.000 comuneros.
El pronunciamiento del mandatario se da tras el reciente fallo del juez federal de Nueva York, Lewis Kaplan, quien bloqueó la medida y estableció que los ecuatorianos no podrán buscar el cobro de la sentencia millonaria a través de cortes estadounidenses.
Correa calificó de indignante y prepotente la resolución por la cual “un juez de Nueva York deja sin efecto una sentencia de tribunales ecuatorianos”.
“Dicen, sin ninguna prueba, que el gobierno ha intervenido en ese juicio”, lo cual es una “absoluta mentira”, agregó en su programa de radio y televisión “Diálogo con el presidente”.
Ratificó la independencia de la justicia del país andino y su no injerencia en un “juicio entre privados”.
Correa admitió que la situación es “preocupante”, pero invitó a los ecuatorianos a no desanimarse porque “la verdad prevalecerá”.
El juez Kaplan argumentó que la sentencia del tribunal ecuatoriano “fue obtenida utilizando medios corruptos”, por lo que probablemente nunca se sabrá si había argumentos sólidos contra la petrolera estadounidense.
“La justicia no se aplica cometiendo injusticias. Los fines no justifican los medios”, escribió en un documento de 500 hojas.
Mientras la compañía señaló que el fallo de Kaplan constituye una “victoria rotunda para Chevron y nuestros accionistas”, en Ecuador, los demandantes anunciaron que apelarán la resolución ante las cortes de Nueva York y solicitarán su suspensión.
En febrero de 2011, tras años de la batalla judicial, un juez ecuatoriano condenó a la empresa norteamericana al pago de 18.000 millones de dólares por los daños ambientales ocasionados durante su operación en la Amazonía entre 1972 y 1990. Más tarde una corte superior confirmó la sentencia, pero redujo el monto a 9.500 millones de dólares.
La petrolera Chevron Corp ha argumentado que un acuerdo de 1998 que Texaco firmó con el gobierno ecuatoriano de la época, tras una limpieza de la zona con un costo de 40 millones de dólares, le exime de cualquier responsabilidad.