Ginebra, 3 Dic (Notimex).- El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresó hoy su profunda preocupación por el brote de violencia y la creciente tensión que tiene lugar en la frontera de Grecia con la Antigua República Yugoslava de Macedonia.
En un comunicado ACNUR pidió a los gobiernos de ambos países gestionar la crisis de refugiados que tiene lugar en la frontera de una manera compatible con los derechos humanos y los principios de protección de los refugiados.
En los últimos días y como resultado de las restricciones impuestas por las autoridades a lo largo de la ruta de los Balcanes Occidentales a la admisión de refugiados y migrantes de países distintos de Siria, Afganistán e Irak, la tensión ha ido en aumento en Idomeni, en la parte griega de la frontera.
Esta tensión ha llevado en varias ocasiones a la violencia y el cierre temporal de la frontera.
En este contexto, ACNUR lamentó la muerte este día de un hombre marroquí en la frontera en circunstancias poco claras.
Este trágico incidente refleja la necesidad de que las autoridades tomen las medidas oportunas, señaló.
“Hacemos un llamado a las autoridades griegas para restablecer la seguridad como una cuestión de prioridad, con el fin de garantizar la protección de los necesitados y la seguridad de los trabajadores humanitarios y voluntarios’’, instó ACNUR.
ACNUR recomendó ofrecer transporte a los refugiados e inmigrantes a los que se haya prohibido el ingreso en la ex República Yugoslava de Macedonia para que puedan volver a Atenas.
En la capital griega se dispone de instalaciones de recepción y el personal de ACNUR está presente para ofrecer asistencia y asesoramiento individual en cada caso.
La oficina del alto comisionado reiteró su preocupación por las consecuencias de las restricciones fronterizas implementadas actualmente por varios países de los Balcanes.
ACNUR recomendó realizar los perfiles de las personas en función de sus necesidades de protección y “no en su nacionalidad”.
Desde la agudización de la crisis migratoria hacia países de la Unión Europea, que inició a finales de 2010 y se profundizó en 2014, factores como la Guerra en Siria y la expansión de los movimientos islámicos extremistas, como el Estado Islámico y Boko Haram, la violencia en la frontera de Grecia y Macedonia se ha incrementado en forma notable.
Esto ha motivado la huida de muchos nacionales y según la ONU en los últimos meses el número de migrantes y refugiados se ha incrementado superando los 300 mil, sobrepasando el total de movimientos migratorios durante todo 2014 que fue de 219 mil.
Es por ello que las fronteras tanto de Macedonia como Serbia y Grecia se han visto colapsadas con estas nuevas olas de inmigrantes.
Y, tanto Macedonia como Serbia, han pedido a la Unión Europea colaboración para poder elaborar un plan de acción conjunta frente a la profundización de esta problemática, la cual requiere tanto de un control de la porosidad de los límites nacionales, como de ayuda para los inmigrantes indocumentados.
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