Investigadores de la Universidad de Ginebra encontraron un entramado de nanocristales presentes en dos capas en sus células dérmicas llamadas iridóforos, una de las cuales incluso refleja la luz de infrarrojo que además ayuda a los animales a mantenerse frescos.
Los camaleones reorganizan un entramado de nanocristales presentes dentro de las células especializadas de su piel para lograr sus cambios de colores vivos, complejos y rápidos, descubrieron científicos suizos.
La organización de los iridóforos en dos capas superpuestas constituye una novedad evolutiva y permite a los camaleones cambiar rápidamente entre un camuflaje eficiente y una exhibición espectacular, de acuerdo con los resultados del estudio publicados en la revista Nature.
Los especialistas en física cuántica y biología evolutiva lograron observar, con un microscopio electrónico y desde cualquier ángulo, los milimétricos cristales -increíblemente limpios- formados en un patrón regular que crea colores estructurales.
Cuando uno ve esto con los ojos de un físico, se sabe que va a tener un efecto en la luz, sostiene el autor principal de la investigación, Michel Milinkovitch, quien con sus colegas se propusieron establecer si estos cristales explicarían los cambios de colores y su brillantez.
En primer lugar vieron un patrón (de azul que pasa a verde, amarillo y luego naranja) que no puede ser explicado por los pigmentos de color disponibles en la piel del camaleón, pero sí cuando modelaron los cambios con el espaciamiento de los cristales.
Además, compararon una pequeña porción de piel con el camaleón relajado y con otra muestra del mismo animal cuando estaba emocionado, y observaron un cambio evidente en el patrón de los cristales.
El efecto neto es que funciona como un espejo selectivo, afirma el profesor Milinkovitch y explica que la luz pasa a través de longitudes de onda muy específicas que dependen de la distancia que adopten los cristales y refleja los diferentes colores.
Esta es la primera vez que la piel del reptil ha demostrado que cambia de color gracias a este tipo de juego geométrico, destaca el investigador.
Debajo de esta capa de cristales, los científicos descubrieron otra donde las células eran mucho más grandes y organizadas de manera caótica a cargo de reflejar la luz infrarroja, cuya función al parecer es repeler los rayos del sol y mantener a los camaleones frescos.
Eso es un conjunto de herramientas increíbles que les permite elegir entre ser escondido o mostrar colores muy espectaculares para comunicarse, y además les brinda la capacidad de controlar su temperatura, subrayan los científicos.
El hallazgo cambia la idea de que los camaleones cambian de color por la recolección o dispersión de pigmentos dentro de sus células dérmicas.