Por Luis Galindo. Enviado
Oaxaca, 29 Oct (Notimex).- Escribir para niños representa un reto importante, hace que todo el tiempo tengas que estar concentrado en la estructura, los personajes y los diálogos, aseguró el escritor Juan Carlos Quezadas.
Entrevistado con motivo de la presentación de su libro Oki, tripulante de terremotos, en el marco de la edición 35 de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca 2015, que se realiza del 24 de octubre al 1 de noviembre, el narrador consideró que es más difícil llegar al lector infantil.
Por eso le gusta más escribir para ese público, como es el caso de su más reciente libro, que cuenta con una portada muy bonita, que ya de entrada permite imaginar cosas, y que no es un texto con ilustraciones al interior, sino una novela de 200 páginas.
Se trata, abundó, de una novela que cuenta la vida de un niño japonés hipocondriaco y medio loco como fue él en su momento, es un libro muy biográfico de cuándo era niño, con todos los miedos que tenía a esa edad.
Como el temor a la enfermedad y a todos esos temas, pero no lo hizo contando su propia historia, sino la de un personaje en Japón, que luego tiene que viajar por diversas partes del mundo hasta llegar a Lisboa, Portugal, buscando un libro que se perdió en la biblioteca de su pequeño pueblo japonés.
Ese es el pretexto para contar una serie de historias y de sensaciones que tuvo en su niñez y su juventud.
Por ejemplo, dijo, pensaba que de niño me iba a morir de una enfermedad terrible, que se iba a caer el avión, que se hundiría el barco y esto lo pensaba cuando tenía 8, 9 o 10 años de edad, pensaba que me iba a morir en los próximos seis meses, recordó el autor de obras como La montaña de la lluvia eterna y Un dragón morado y otros contratiempos.
Añadió que escribió el libro para aquellos niños que padecen ese mal de la hipocondria, que se den cuenta que es común y que tiene soluciones, que no es algo insalvable.
Sobre el estado de la literatura infantil, consideró que hoy día goza de buena salud, se encuentra muy bien, tanto en México como en el mundo, cada vez se escribe más para los niños de hoy en día.
Creo que hay muchos esfuerzos en la literatura infantil y juvenil de acercar a los niños a temas de interés, es decir de aquellos que son problemas que tienen ellos mismos, sus papás o los que tiene el país, que son naturales y que si nos empezamos a dar cuenta que existen podemos empezar a solucionarlos, concluyó el escritor de Biografía de un par de espectros.