Algunos oficiales se reunieron el miércoles en la Place Vendôme de París ondeando banderas sindicales y encendiendo bengalas de humo color naranja. La multitud se quedó en silencio mientras un representante informó al ministro de Justicia sobre su compañero lesionado.
El tiroteo tocó un nervio entre los oficiales, después de un año particularmente tenso y de alertas de seguridad en Francia que comenzó con el atentado al periódico satírico Charlie Hebdo y un mercado kosher a inicios de año.
Se planean protestas similares en toda Francia. El primer ministro planeaba atender sus preocupaciones más tarde el miércoles y el presidente Francois Hollande prometió reunirse con los sindicatos de policías la semana entrante.