Pearlie Golden, de 93 años, saludaba a sus amistades con un alegre “hola, bebé” cuando iba a la tienda de comestibles. Ahora sus amigos y el alcalde de esta pequeña localidad de Texas quieren el despido del agente que la mató a tiros.
La muerte en estas circunstancias de “Miss Sulie”, como la conocían los habitantes, causó tensiones en Hearne.
Los Rangers de Texas investigan por qué el agente disparó contra la señora cuando acudió esta semana a la casa de ésta después de una llamada al número de emergencias 911.
La policía de Hearne dijo en un comunicado que Golden “empuñaba una pistola” cuando el agente Stephen Stem llegó el martes en la noche.
Decenas de manifestantes, incluidos algunos que vinieron desde Houston, marcharon el martes hacia la estación de policía, donde los recibió el alcalde Rubén Gómez, quien dijo que recomendará el despido del agente durante la reunión del sábado del consejo del ayuntamiento.
“Hay pérdida de confianza de la comunidad. No podemos tener un agente en el que los ciudadanos han perdido la confianza”, expresó Gómez.
Hearne, de 4.500 habitantes, es una localidad rodeada de campos de algodón y vías férreas, una de las cuales pasa cerca de la casa de ladrillo de Golden.
El fiscal federal en el condado de Robertson, Coty Siegert, dijo que de acuerdo con la autopsia preliminar, Golden recibió dos disparos en el cuerpo y la rozó una tercera bala.