La movilización partió del municipio Chacao, en el este de la ciudad, pero en la autopista Francisco Fajardo -rumbo a la Defensoría del Pueblo– en el centro, fue contenida por la acción de brigadas de seguridad.
Los manifestantes avanzaron un largo trecho en la autopista, pero en el borde con el municipio Libertador, donde la Defensoría tiene su sede principal, comenzaron a caer la bombas de gas usadas por la policía, apoyada por camiones con cañones de agua.
La oposición convocó la marcha para ir a la Defensoría del Pueblo, con el objeto de pedir el cese a la represión a las demostraciones opositoras y en homenaje a las víctimas fatales luego de casi ocho semanas de protestas.
Los manifestantes llevaban camisas y banderas blancas, además de los tradicionales escudos de madera que improvisaron los jóvenes para defenderse.
En la manifestación iban al frente varios diputados y por el líder opositor Henrique Capriles, que pidieron llegar en paz hasta la Defensoría del Pueblo.
“En cualquier país del mundo, en cualquier país, el color blanco es llamado a que cese la represión. Han fallecido más de 60 personas, en un país que lo que pide es respeto a la Constitución, que es lo que estamos pidiendo”, dijo Capriles.
Agregó que la movilización buscaba exigir respeto a los derechos humanos, al tiempo que acusó al ministro del Interior, Néstor Raverol, de ser el responsable de la represión contra los manifestantes.
Por su lado, el jefe de la comisión de Política Exteriores de la Asamblea Nacional (Congreso), Luis Florido, dijo que la policía permitió que la marcha avanzara en la autopista para luego arremeter con los gases y la gente no tuviera vías de escape, en ese tradicional escenario de choques con la policía.
“Eso demuestra la actitud criminal. Fue una emboscada, pero vamos a continuar la protesta, la vamos a ampliar e intensificar porque llegó la hora del cambio en Venezuela”, señaló.
La policía fue apoyada por una brigada de la Guardia Nacional (policía militarizada), que con escudos y bombas lacrimógenas pudo despejar la vía después de las escaramuzas.
Las protestas contra el Gobierno comenzaron hace casi ocho semanas, después que la mayoría opositora en la Asamblea Nacional (Congreso) denunció que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) dio un golpe de Estado con dos sentencias que la despojaron de funciones.
Maduro acuso a la oposición de poner en marcha un plan para derrocarlo por la vía violenta.