Los encargados de la seguridad del pueblo chileno, refiriéndonos a los carabineros, no habían sido afectados por la crisis de confianza que existe en estos momentos ante las instituciones, los cuales tienen a los partidos, el Congreso y el Gobierno desde hace algunos años entre los peor valorados por parte de la población.
Esta trama de corrupción que ha estallado en la policía de Chile, en donde la Fiscalía pudo encontrar una organización criminal defraudadora, ha minado la confianza de la policía uniformada chilena, que no solamente era famosa de manera local, sino que también contaba con fama internacional.
A fines del 2016 contaba con una confianza por arriba del 54%, aunque en el último estudio tuvo una caída de 17 puntos, encontrándose en estos momentos en 37%.
Este fraude tiene aproximadamente a 70 personas dentro del mismo y el monto ha llegado a alcanzar la suma de 31 millones de dólares (21 millones de pesos chilenos aproximadamente), esto según lo informado por el Ministerio Público chileno.
Este escándalo ha llegado hasta que los mismos integrantes de la fuerza hayan pedido la destitución del director general de los Carabineros, Bruno Villalobos, por su presunta responsabilidad dentro de la política en los hecho que han sido investigados.
Sin embargo el oficial sigue contando con el respaldo del Gobierno y de las altas autoridades del Estado, como el presidente de la Suprema Corte, Hugo Dometsch, quien dio palabras de apoyo al oficial apenas la semana pasada.
Un informe del fiscal Eugenio Campos, quien está a cargo de la investigación, ha mencionado que desde el año 2006, llegando hasta el 2017 existió una organización criminal que estaba encargada de cometer crímenes y simples delitos “contra la propiedad, el patrimonio fiscal, el orden público y otros, conformando e integrando con dicho fin una organización jerárquica, en la que se distinguen jefes y un grupo de personas o miembros operativos que ejecutan las labores necesarias y funcionales a la finalidad perseguida“.