Río de Janeiro, 29 Oct (Notimex).- La policía brasileña acudió a la casa de Luis Claudio Lula da Silva, hijo del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a notificarle que debe declarar por una investigación por corrupción, informaron hoy las fuerzas de seguridad.
Agentes se presentaron la noche del martes en la casa de Luis Claudio localizada en Sao Paulo, donde el empresario había llegado instantes antes, después de participar en el 70 aniversario de su padre, un evento al que también fue la presidenta brasileña Dilma Rousseff.
La policía notificó al hijo de Lula la necesidad de declarar ante la policía en el marco de la Operación Zelotes, en la que una de las empresas de la que es socio -LFT Marketing Esportivo- es sospechosa de haber recibido por lo menos medio millón de dólares en pagos procedentes de empresas que hacen lobby para compañías automotrices.
A cambio, el Gobierno brasileño del presidente Lula en su segundo mandato y el de Rousseff en su primer mandato habrían aprobado respectivamente normativas provisionales para estimular el sector automotriz por medio de la exención de impuestos.
El lunes, la policía ya había registrado la oficina de la empresa de Luis Claudio, y ayer la Hacienda brasileña recomendó al ministerio público que permita quebrar el sigilo bancario de la compañía para esclarecer de dónde proceden sus ingresos.
El hijo del ex presidente niega cualquier acto ilícito, y este miércoles su abogado dijo que la notificación en el domicilio por parte de las fuerzas del orden “es un exceso”.
“Una notificación en este horario solo podría haberse producido con autorización judicial”, dijo el abogado Cristiano Martins.
En un acto celebrado este jueves, el ex presidente de Brasil se refirió a este caso y dijo que “va a sobrevivir”.
“Que nadie tenga pena. Aprendí en la vida a enfrentarme a las adversidades. Si el objetivo es truncar cualquier perspectiva de futuro, entonces serán tres años de muchos golpes. Pueden estar seguros que voy a sobrevivir”, dijo el ex mandatario, cuyo retorno a la política se especula para 2018, durante las próximas elecciones presidenciales.
Considerado el “padre” de los programas sociales que han sacado de la pobreza a más de 30 millones de personas en Brasil durante la última década, no es la primera vez que la policía brasileña evoca el nombre del ex presidente o de su familia en causas por corrupción o pagos ilícitos.
En junio pasado, la policía informó que estaba investigando las donaciones de una constructora brasileña -Camargo Corrêa- por valor de un millón de dólares al Instituto Lula, del ex presidente, en el marco del caso de los desvíos de dinero desde Petrobras.