La policía federal y policías civiles de 14 de los 27 estados de Brasil protestarán por la falta de políticas de seguridad a largo plazo y para exigir un cambio de estrategia en el combate de la inseguridad y la violencia, así como mejores condiciones laborales.
Entre los estados donde habrá huelga policial figuran seis sedes del Mundial: Rio de Janeiro, Sao Paulo, Minas Gerais, Amazonas, Bahía y Pernambuco, las dos últimas sedes donde jugará la selección mexicana.
“¿Sabe cuál será el legado de la Copa para la seguridad pública? Ninguno”, aseguró Janio Gandra, presidente de Cobrapol, uno de los sindicatos policiales que convoca la huelga.
“Los índices de criminalidad se reducirán en todo el país durante el evento, pero después todo volverá. No hay proyecto para el ciudadano”, criticó la fuente.
Cobrapol aseguró en una nota publicada en su página web que “de 2008 a 2011, Brasil tuvo casi el mismo número de asesinatos que las víctimas de los 62 mayores conflictos del planeta en los últimos cuatro años”.
Aunque la policía militar, encargada en Brasil de garantizar la seguridad pública, no se sumó al paro, esta huelga sigue a una protesta de tres días en Recife, noreste del país, que forzó al envío del Ejército y llevó a la detención de casi 200 personas.
A mediados de abril, la policía militar de la ciudad de Salvador de Bahía (noreste) también hizo una huelga de 48 horas que terminó con decenas de muertos y paralizó la vida comercial y administrativa de la ciudad.
En un clima de creciente presión para el gobierno por la celebración de la Copa del Mundo, que debería atraer 600 mil visitantes extranjeros, varias policías y otros colectivos como el de los transporte amenazaron con hacer huelga durante el evento.