BOGOTA, Colombia (AP) Congresistas defensores del proceso de paz entre el gobierno y las FARC invitaron el domingo a las partes a ser cuidadosos luego de que la víspera el grupo guerrillero advirtiera que, tras la muerte de varios de sus integrantes, podría peligrar el cese unilateral del fuego que decretaron hace más de tres meses.
En el proceso de negociación ha habido “un avance en materia de acuerdos y también se ha logrado… desescalar el conflicto de una manera importante. Así que es necesario ser muy cuidadosos en este momento, evitar que operaciones militares puedan generar respuestas y que lo que se ha logrado avanzar, que es muchísimo, se vaya a echar por la borda”, dijo el senador izquierdista Iván Cepeda en conversación telefónica con The Associated Press.
El sábado, las FARC hicieron público un comunicado en el que denunciaron la muerte de cuatro de sus efectivos y la captura de dos guerrilleras heridas en hechos “que amenazan con hacer insostenible el cese al fuego unilateral” iniciado por el grupo insurgente el 20 de julio.
En el mismo comunicado, las FARC pidieron una reunión con los delegados de los países garantes de la negociación Cuba y Noruega y de los acompañantes Chile y Venezuela “a fin de ponerlos en conocimiento detallado de la situación militar que se vive en las distintas áreas del país”.
En la jornada, las FARC hicieron público otro comunicado, dirigido a las organizaciones que defienden el proceso de paz, en que hacen un recuento de las supuestas acciones armadas de la fuerza pública colombiana contra sus combatientes en septiembre y octubre y que, según esa guerrilla, “afectan la confianza entre las partes y dificultan el camino trazado hacia una pronta culminación de las conversaciones de La Habana”.
Poco después de que el sábado se conoció el comunicado guerrillero, el ministro de Defensa colombiano, Luis Carlos Villegas, dio unas declaraciones a la prensa en las que aseguró que si bien las FARC han respetado el cese unilateral del fuego, no han cumplido con el cese de hostilidades contra la población civil ya que, enfatizó, “siguen extorsionando, siguen en actividades de minería criminal, siguen sembrando minas” antipersonales.
En síntesis, para el senador Cepeda, del Polo Democrático Alternativo, “hoy más que nunca es necesario extremar cualquier clase de precaución para que se pueda llegar a ese punto tan deseado” como es el cese bilateral de hostilidades que, según las partes, podría iniciarse el 16 de diciembre.
Otro senador, Armando Benedetti, del oficialista Partido Social de Unidad Nacional o Partido de La U, comentó a la AP que los problemas radican en que, primero, en Colombia “todo el mundo está hablando del postconflicto antes de la firma de paz…, y lo segundo es que hay mucho ‘sapo’ (o que importuna con su presencia) yendo a La Habana y eso empieza a dañar todo”.
El 23 de septiembre, en la capital cubana y en presencia del presidente Raúl Castro, el mandatario Juan Manuel Santos y el máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, alias “Timoleón Jiménez” o “Timochenko”, se pusieron de acuerdo en el punto más complejo de la negociación: la justicia transicional o la forma como los actores del conflicto armado colombiano pagarán por sus crímenes de más de medio siglo.
En ese mismo encuentro, Santos y “Timochenko” acordaron una fecha para la eventual firma del conflicto entre las partes: 23 de marzo de 2016.
Desde fines de 2012, el gobierno de Santos y las FARC llevan a cabo en Cuba un proceso de paz para tratar de poner fin a más de 50 años de hostilidades entre las partes.