MEXICO (AP) — El trío Perdidos en Tokyo une a dos músicos radicados en Argentina con un baterista mexicano para hacer rock en ambos países.
“Es una banda muy particular porque no vivimos en el mismo país. Aunque parezca en los papeles medio loco, está funcionando”, dijo el músico argentino Fernando Aguirre, quien se encarga de las voces, guitarras y teclados, en una entrevista con The Associated Press en la Ciudad de México.
El sábado por la noche el grupo se presenta en Texcoco, México, en el 1er Festival de Globos de Cantoya (de papel), convocado para unir a las familias con un mensaje de paz. El festival se realizará durante el fin de semana en la Nueva Alameda e incluye concurso de globos, globos aerostáticos, danza, teatro y mucha música.
“Vamos a estar tocando temas del primer disco y si nos da el tiempo agregaremos un par de temas más que tenemos preparados”, dijo el baterista Miguel Sabbagh.
Tas su presentación la banda estará firmando discos para sus admiradores. Y para las fechas navideñas, regalará un libro digital con el trabajo del artista argentino Agustín Grandich, que hizo la portada del álbum de Perdidos.
“Unos días antes y unos días después de Navidad les va a aparecer el link (en nuestro sitio web) donde van a poder descargar el libro”, dijo Sabbagh. El libro incluye ilustraciones, las letras del disco, detalles de su gira y fotos.
Perdidos en Tokyo surgió a principios de 2014 en Buenos Aires con Aguirre (también integrante de Tierra de fuego) y Alex Patri (Mar de Java). Luego en México, en su primera gira por el país, el par conoció a Sabbagh (Maldita Vecindad), el ingrediente que faltaba para darle el toque de rock a la propuesta.
La banda fusiona rock, pop y música electrónica, así como ritmos latinoamericanos, mientras que sus letras remiten al espacio exterior, como en “Además de todo” y “Déjalo ir”. Los sintetizadores con sonidos retro también son otro elemento distintivo del trío, como puede percibirse en “Amoratomico”.
Su álbum debut homónimo fue lanzado a comienzos de año con 10 temas producidos por la banda. Se encuentra disponible a nivel internacional en tiendas digitales.
“No venimos de la electrónica y creo que hasta el nombre (de la banda) tiene que ver con eso, nos topamos con la electrónica, de repente empezábamos a ver que era el género en el que se estaba evolucionando a mayor velocidad”, dijo Aguirre. “No nos importa mucho qué sea o cómo sea, de qué forma, sino que el resultado proponga”.
Skype, Whatsapp y Google Hangouts son los aliados de la banda a la hora de trabajar a distancia.
“Está bueno porque es una manera de evolucionar la música, ya no es hacer música nada más que con la gente que tenés en la escuela o tu barrio, son visiones muy diferentes y cargas culturales muy diferentes que se mezclan”, apuntó Aguirre.