“Las proclamas cada vez más violentas de autoridades, simpatizantes del gobierno y líderes opositores, así como de algunos manifestantes, amenazan con acabar con el respeto a los derechos humanos”, dijo Guadalupe Marengo, directora adjunta del programa para las Américas de AI.
En un comunicado, el organismo recordó que las muertes del efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana, Acner Isaac López, y de José Gregorio Amaris, ocurridas la víspera en el estado de Miranda, ha elevado el número de víctimas de la violencia a 21.
Tales muertes sucedieron apenas un día después de que el presidente Nicolás Maduro y el líder de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, hicieron un llamado a poner fin a las protestas contra el gobierno, durante el primer aniversario de la muerte de Hugo Chávez.
“Aunque tanto autoridades como líderes opositores están elevando peligrosamente el tono de sus declaraciones, el Estado y sus representantes tienen una responsabilidad añadida y deben ser especialmente cuidadosos con sus palabras”, expresó Marengo.
La representante de AI instó a las autoridades a dejar absolutamente claro que su prioridad es el respeto a los derechos humanos y al estado de derecho, lo que implica evitar declaraciones que podrían dar lugar a confrontaciones entre distintos sectores de la población.
La organización humanitaria reiteró que el Estado venezolano y sus representantes tienen la obligación de garantizar el respeto a los derechos humanos y velar para que no se produzcan violaciones y abusos de los mismos.
“Aunque las autoridades tienen el derecho y el deber de garantizar el orden público, deben hacerlo evitando cualquier uso innecesario de la fuerza y de grupos de personas no profesionales y no adecuadamente entrenadas para cumplir este objetivo”, apuntó Marengo.
AI urgió asimismo a los líderes de la oposición a instar a sus seguidores a que no cometan actos de violencia, incluyendo ataques contra personas por sus preferencias políticas.
De acuerdo con el Ministerio Público de Venezuela, desde que comenzaron las protestas en febrero pasado se han contabilizado 21 muertos, entre ellos dos guardias nacionales, así como 318 heridos, de los que 81 pertenecen a los cuerpos de seguridad del Estado.
Se reportan asimismo mil 322 detenidos, 92 de los cuales siguen presos, de acuerdo con información oficial de Venezuela.