El ex gobernador Yarrington acaparó los focos de atención de la prensa mexicana porque en sus redes sociales compartió fotos con su correligionario de partido, el ahora presidente Enrique Peña Nieto, meses antes de que EEUU anunciará las investigaciones sobre su persona. Cabe destacar que los mexicanos lo consideran uno de los 10 políticos más corruptos en el país.
Según las autoridades estadounidenses, Tomás Yarrington Ruvalcaba tomó millones de dólares en sobornos del Cártel del Golfo que enviaba cocaína y marihuana de contrabando a Estados Unidos desde el estado fronterizo de Tamaulipas, del cual Yarrington fue gobernador de 1999 a 2004.
En documentos presentados esta semana, los fiscales pidieron tres copias certificadas de una orden de arresto para Yarrington y su coacusado Fernando Alejandro Cano Martínez. Un documento dice que se pedirá la extradición de ambos y que las copias eran parte de los requisitos de México para procesar la extradición.
Joel Androphy, abogado estadounidense de Yarrington, confirmó que el exgobernador no se encuentra en Estados Unidos ni está preso.
Androphy dijo que una vez presentada la solicitud de extradición, un juez en México convocará a una audiencia para conocer las pruebas y decidir si la concede o no.
“Tal vez decidan pedir algún tipo de extradición en el futuro a México, pero por ahora es prematuro”, dijo Androphy. “Y creo que les resultará difícil”.
Un acta de acusación presentada en mayo alega que miembros del Cártel del Golfo sobornaron a Yarrington y otros funcionarios con el fin de “continuar en sus negocios ilegales con poca o ninguna interferencia de las autoridades policiales que operaban en el estado de Tamaulipas”.
También alega que Yarrington compró un condominio de lujo en South Padre Island, Texas, fronteriza con Tamaulipas, y tuvo acceso a un avión privado adquirido con fondos robados al erario mexicano, además de otras propiedades inmuebles y cuentas bancarias.
Los cargos contra el exgobernador incluyen asociación ilícita para importar cocaína y marihuana, extorsión y fraude bancario.
Androphy dijo que podía demostrar que los depósitos en las cuentas de Yarrington eran legítimos y no eran parte de una asociación criminal, y que varios posibles testigos de cargo fueron amenazados con la deportación de familiares si no declaraban contra el acusado.
Dijo que Yarrington estuvo en Estados Unidos antes del acta de acusación, pero regresó a México al vencer su visa.
“El hecho de que no esté aquí (en Estados Unidos) no concierne a Yarrington”, dijo Androphy. “Es culpa del gobierno”.
La oficina de la fiscalía federal en Houston no respondió a pedidos de declaraciones el jueves.