Las autoridades no creen que el amigo supiera que Paul Ciancia, de 23 años, iba a abrir fuego poco después dentro de la Terminal 3, donde mató a un agente de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA por sus siglas en inglés) e hirió a cuatro personas más, entre ellas otros dos empleados de esa agencia, dijo el funcionario, que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a hacer declaraciones sobre la investigación.
Ciancia fue dejado el viernes en el aeropuerto, conocido como LAX, en un vehículo negro Hyundai y no tenía boleto de vuelo. El joven respondió el mismo día a preguntas de los investigadores en el lugar donde ocurrió el ataque, de acuerdo con el funcionario.
Ciancia estaba bajo vigilancia de 24 horas en el hospital, donde continuaba fuertemente sedado, dijo el funcionario policial a la AP. El joven mecánico de motocicletas y desempleado había crecido en el pequeño poblado de clase trabajadora de Pennsville, en Nueva Jersey.
Las autoridades federales acusaron el sábado a Ciancia de homicidio por la muerte de un agente federal y de cometer violencia en un aeropuerto internacional. Ciancia podría ser sentenciado a pena de muerte por los cargos en su contra.
En las entrevistas y los documentos presentados en una corte, las autoridades describen una escalofriante cadena de acontecimientos. Afirman que Ciancia ingresó caminando en el aeropuerto, sacó de su bolsa un fusil de asalto calibre .223 y disparó repetidamente a bocajarro contra el agente de la TSA, Gerardo I. Hernández, de 39 años y origen salvadoreño, al que mató.
El atacante disparó después contra al menos otros dos empleados uniformados de la TSA y contra un pasajero. Todos resultaron heridos, antes de que la policía lo hiriera de bala mientras pasajeros aterrorizados buscaban refugio en tiendas, restaurantes y otros negocios, dijeron las autoridades.
Se desconoce por qué Ciancia atacó a los agentes de la TSA pero lo ocurrido dejó claro que tenía la intención de matar a cualquiera de ellos que se cruzara en su camino, dijo el agente del FBI a cargo, David L. Bowdich.
La bolsa contenía una nota escrita a mano firmada por Ciancia en la que él afirmaba que “tomó la decisión consciente de intentar matar” a muchos empleados de la TSA y que quería “infundirles miedo en sus mentes traicioneras”, agregó.
Michael McCaul, republicano de Texas, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, dijo el domingo al programa State of the Union de CNN que vio la nota. McCaul dijo que Ciancia “quería hablar de lo fácil que era meter un arma de fuego en el aeropuerto y hacer exactamente lo que hizo”.