Ciudad del Vaticano, 14 Oct (Notimex).- El Papa Francisco pidió hoy perdón por los escándalos de los últimos tiempos, tanto en Roma como en el Vaticano, a los fieles que asistieron a su audiencia pública general en la Plaza de San Pedro.
En una frase improvisada, al inicio de su catequesis semanal y tras escuchar una lectura bíblica relacionada con el tema de los escándalos, el pontífice pronunció la insólita solicitud de perdón aunque no especificó a qué situaciones se refería.
Quisiera antes de iniciar la catequesis, a nombre de la Iglesia, pedirles perdón por los escándalos que en estos últimos tiempos ocurrieron sea en Roma como en el Vaticano. Les pido perdón, indicó.
Aunque continuó normalmente con su reflexión, no volviendo sobre el asunto, los periodistas se preguntaban de qué estaba hablando en particular. Por eso el portavoz de la sede de la Iglesia católica, Federico Lombardi, salió a aclarar el punto.
Advirtió que si el Papa utilizó una fórmula de carácter amplio y general, su intención no era la de particularizar y si quería referirse a asuntos específicos, podía tranquilamente hacerlo.
No es mi tarea hacer más restringido o amplio el sentido de las palabras de aquello que el pontífice quiso decir, estableció.
Añadió que el obispo de Roma tiene presente las informaciones que circulan en los medios y se da cuenta que las personas simples que asisten a su audiencia, muchas veces están turbadas y adoloridas por las noticias que leen.
En cuanto exista responsabilidad de la Iglesia o de hombres de Iglesia, el Papa pide perdón. Porque no siempre existen cosas positivas y existen cuestiones negativas a veces, cosas que turban, apuntó.
Varios escándalos han acaparado la atención de los medios en los últimos meses, por ejemplo la imprevista salida del clóset de Krysztof Charamsa, un teólogo que trabaja en el Vaticano, quien exigió a la Iglesia católica cambiar su actitud hacia los homosexuales.
Apenas en estos días estalló una crisis en el Orden de los Carmelitos Descalzos, tras la denuncia pública de presuntas relaciones sexuales entre un alto exponente dentro de esa congregación religiosa y adultos vulnerables.
Un grupo de 110 fieles envió una carta directamente al Papa, donde se denunció que los actos habrían tenido lugar en el edificio de la Curia de los Carmelitas, ubicado junto a la Basílica de Santa Teresa de Ávila en Roma.