El papa Francisco incluyó en su agenda de actividades en Bolivia una visita a la cárcel Palmasola, conocida por ser el centro de detención más violento de Bolivia, donde viven hacinados unos 4 mil reos a quienes el pontífice visitará próximamente.
El 10 de julio, Francisco permanecerá una hora en esta cárcel en las afueras de Santa Cruz, a unos 540 kilómetros al este de La Paz, donde en agosto de 2013 murieron 34 presos y un niño de dos años en una reyerta entre reos por el control del pabellón PC-3, que aloja a los más violentos.
Fue el episodio carcelario más violento en un país donde las cárceles son de régimen abierto y los presos caminan libremente durante el día fuera de sus celdas.
En el frontis del penal se lee: Centro de Rehabilitación de Palmasola, pero se dice popularmente que los delincuentes hacen su “postgrado” en ese penal.
Algunos se rehabilitan y uno que encontró esperanza en Dios dará la bienvenida al pontífice en la cancha del penal y le regalará un tallado de madera, anticipó el padre Leonardo Da Silva, coordinador de la Pastoral Penitenciaria.
El coordinador nacional de la visita pontificia, monseñor Aurelio Pesoa, dijo que las actividades incluyen el testimonio de otro preso, un discurso del padre Da Silva y finalmente un discurso y oración de Francisco. “No está prevista ninguna otra actividad, como almorzar con los reos o recorrer los pabellones, pero puede darse alguna cosa fuera de programa, conociendo al papa Francisco“, dijo Pesoa a AP.