El pontífice reconoció la “tenacidad” del cardenal australiano George Pell al llamarlo el “jugador de rugby” que reside en el Vaticano. El papa Francisco hizo eco a la exhortación de Pell para una nueva forma de prestar servicios en la Santa Sede, al instar a los empleados de ésta a acoger “una nueva mentalidad de servicio evangélico”.
“El camino no será fácil y exige valentía y determinación”, dijo a miembros del consejo económico de Pell, conformado por cardenales y expertos laicos.
Pell sólo ha estado en el cargo un mes, pero ya ha irritado a algunas personas dentro de la burocracia italiana que ha manejado el Vaticano durante siglos.
Francisco fue elegido papa con el imperativo de que reformara la anticuada burocracia del Vaticano, conocida como la Curia, con el fin de que respondiera mejor a las necesidades de la Iglesia católica del siglo XXI. En febrero creó el nuevo Secretariado de Economía manejado por Pell, la mayor reforma en el Vaticano en un cuarto de siglo.
El anuncio, emitido días después de la reunión de Pell y otros cardenales asesores que conforman el llamado “Grupo de los Ocho” de Francisco, tomó por sorpresa a muchos funcionarios de la Santa Sede.