Ciudad del Vaticano, 6 Ene (Notimex).- El Papa Francisco regaló hoy unas 50 mil copias del librito Iconos de Misericordia a los feligreses que se acercaron a la Plaza de San Pedro con motivo de la fiesta de los Reyes Magos.
Hablando de regalos yo también pensé en darles uno (…) faltan los camellos, pero les daré el regalo, dijo bromeando Francisco, asomado a la ventana de su estudio personal en el Palacio Apostólico del Vaticano y mostrando a la multitud el libreto.
Los magos ofrecieron a Jesús sus dones, pero en realidad Jesús mismo es el verdadero regalo de Dios: él es el rostro de Dios que no nos trata jamás según nuestras obras o según nuestros pecados, sino únicamente según la inmensidad de su inacabable misericordia, añadió.
Más adelante señaló que los ejemplares iban a ser distribuidos por unas 300 personas, entre pobres, sin techo, refugiados, voluntarios y religiosos, a quienes el Vaticano les ofreció, a nombre del Papa, un sándwich y una bebida.
Según informó la Limosnería Apostólica, el folleto de bolsillo incluye algunas notas de reflexión y de oración sobre la misericordia, ilustradas en episodios de la vida de Jesús y su relación con seis personas: la pecadora, Zaqueo, Mateo el publicano, la samaritana, el buen ladrón y el apóstol Pedro.
Antes, el Papa reflexionó sobre los Reyes Magos y sostuvo que su historia invita a todos a seguir una luz estable y gentil, que no se acaba, porque no es de este mundo: viene del cielo y resplandece en el corazón porque es Jesús.
Habló de las luces intermitentes, las pequeñas satisfacciones de la vida y, aunque son buenas, no bastan porque duran poco.
Luego se refirió a luces deslumbrantes del dinero y del éxito, que prometen todo rápido: son seductoras, pero con su fuerza enceguecen y hacen pasar de los sueños de gloria a la oscuridad más profunda. Nos toca a nosotros elegir cuál de ellas seguir, estableció.
Quisiera, con tanto respeto, invitar a todos a no tener miedo de esta luz y abrirse al señor. Sobre todo quisiera decir a quien perdió la fuerza de buscar, está cansado, a quien ofuscado por la oscuridad de la vida- perdió el deseo: ¡Vamos, la luz de Jesús puede vencer las tinieblas más oscuras!, siguió.
Les deseo un año de justicia, de perdón, de serenidad pero, sobre todo, un año de misericordia, apuntó.