El Papa Francisco lanzó un mensaje en los nueve perfiles lingüísticos ligados a @pontifex, en la red social Twitter, con la frase: Recemos hoy juntos por Su Santidad Benedicto XVI, un hombre valiente y humilde.
Desde mayo del año pasado Joseph Ratzinger permanece en su residencia ubicada dentro de los Jardines Vaticanos y donde, hasta finales de 2012, funcionaba el monasterio Mater Ecclesiae con la presencia de un grupo de monjas de clausura. Aunque el Papa emérito pasa sus jornadas alejado de la vida pública, se dedica a tocar el piano, a rezar, a leer y a responder una numerosa correspondencia personal.
La mañana de hoy la sala de prensa del Vaticano lució semi desierta, casi como hace un año atrás cuando Benedicto anunció su decisión de dejar el puesto sorpresivamente y en latín, al final de una reunión con cardenales de la Curia Romana.
Uno de sus principales colaboradores, el ex secretario de Estado de la Santa Sede, Tarcisio Bertone, reveló que Ratzinger había decidido renunciar ya desde mediados de 2012.
El Papa (Benedicto XVI) había madurado la decisión desde hacía tiempo, me habló de eso ya a mitad del 2012. Sentía el peso de la edad, sobre todo que para gobernar la barca de Pedro y hacer frente a los retos de la Iglesia en nuestro tiempo era necesario, como dijo, el vigor sea en el cuerpo como en el alma, dijo.
Este es el motivo fundamental de su decisión. Pensaba en la Jornada Mundial de la Juventud de Brasil (en julio de 2013) y decía: no debería hacer este viaje a mi edad, agregó en una entrevista al diario italiano Il Giornale.
Sostuvo que él quería anunciar su determinación antes de Navidad pero Bertone, que era el único que sabía, le decía que debía publicar el libro sobre la infancia de Jesús y no era bueno obstaculizar este regalo que hace a la Iglesia. Se estaba preparando la encíclica sobre la fe y el Año de la Fe apenas había iniciado, insistí en atrasar. Pero él, después de una reflexión y oración tomó la decisión del anuncio en la fiesta de la Virgen de Lourdes, apuntó.