Así lo confirmó a Notimex el abogado Roberto Carlés, coordinador de un grupo de especialistas que trabajó en un proyecto de reforma al Código Penal en Argentina, quien se reunió con el pontífice. El Papa advierte el peligro de las campañas de ley y orden, que muchas veces son usadas con fines electoralistas y agravan los problemas humanitarios, señaló.
Según declaró el letrado, Jorge Mario Bergoglio constató que el aumento indiscriminado de las penas no representan una solución contra la inseguridad, como lo demuestra el caso de Estados Unidos donde la práctica de la sentencia a muerte no ha logrado disminuir los índices de delincuencia. Añadió que la preocupación del obispo de Roma también se centró en el problema de las cárceles sobrepobladas y el alto índice de presos sin condena en la región.
A Francisco le dio un panorama sobre las reformas a los códigos penales de los últimos cuatro años en diversos países como Brasil, Ecuador y Uruguay las cuales, con mayor o menor éxito, han endurecido los castigos. Se mostró preocupado por la situación de los jóvenes, los más expuestos al sistema punitivo. Los hombres jóvenes, los habitantes de las villas o las favelas, que muchas veces padecen los estereotipos de los medios de comunicación y terminan asumiendo los estereotipos, convirtiéndose en delincuentes, dijo.
Además insistió en la necesidad de tipificar el delito de la trata de personas como un crimen contra la humanidad, porque es la forma en que se genera la esclavitud moderna. Insistió mucho en el problema de los presos sin condena, apuntó.
Recordó que en 2013 el mismo Papa Francisco ordenó la abolición de la cadena perpetua del Código Penal vigente en El Vaticano y reconoció la selectividad de la sanción carcelaria durante un discurso en el cual lamentó que la justicia es como una red que atrapa sólo a los peces pequeños mientras los grandes nadan libres.
La Iglesia ha tenido desde siempre las posturas más progresistas del mundo al sostener que el ser humano está por encima de los sistemas. Pero esta declaración es una novedad porque reconoce que el poder punitivo no logra sancionar a los poderosos, estableció.