“Lo que estamos llamados a respetar en cada persona es antes que nada su vida, su integridad física, su dignidad y los derechos que de ella derivan, su reputación, su propiedad, su identidad étnica y cultural, sus ideas y sus elecciones políticas”, dijo el Papa Francisco. Por ello, agregó, “estamos llamados a pensar, hablar y escribir del otro en modo respetuoso, no sólo en su presencia, sino siempre y dondequiera, evitando críticas injustas o difamaciones”.
Según Francisco, para alcanzar ese objetivo es fundamental el papel de la familia, de la escuela, de la educación religiosa y de los medios de comunicación. “En referencia al respeto mutuo en las relaciones interreligiosas, especialmente entre cristianos y musulmanes, estamos llamados a respetar la religión del otro, sus enseñanzas, símbolos y valores”, anotó.
Dijo que un “respeto especial” es necesario hacia los jefes religiosos y los lugares de culto. “Cuánto dolor traen los ataques a unos u otros”, subrayó. “Es claro que al manifestar respeto por la religión de los otros o al presentar felicitaciones en ocasión de una celebración religiosa, buscamos simplemente compartir la alegría sin hacer referencia al contenido de sus convicciones religiosas”, afirmó.
El Papa Francisco dijo que en su mensaje quiso reflexionar sobre la promoción del respeto mutuo entre cristianos y musulmanes a través de la educación. “Respeto significa un conducta de amabilidad hacia las personas por las que sentimos consideración y estima. Mutuo significa que este no es un proceso en un solo sentido, sino algo que se comparte entre ambas partes”, recordó.
En relación a la juventud musulmana y cristiana, Francisco llamó a formar a los jóvenes para que piensen y hablen “de manera respetuosa sobre las otras religiones y sus seguidores, evitando poner en ridículo o denigrar sus convicciones y prácticas”. “Sabemos todos que el respeto mutuo es fundamental en toda relación humana, especialmente entre personas que profesan una creencia religiosa. Es así que puede crecer una amistad sincera y duradera”, afirmó.
Citó su mensaje del pasado 22 de marzo al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, al que dijo que “no se pueden vivir verdaderos vínculos con Dios ignorando a los demás” y que “por esto es importante intensificar el diálogo entre las diversas religiones”.