“El Papa Francisco ha deseado expresar sus solidaridad con las familias y comunidades damnificadas y nos ha hecho llegar un cheque por 50.000 dólares”, dijo el secretario nacional de la Pastoral Social-Caritas, Juan Carlos Velásquez. La ayuda económica será enviada a la provincia amazónica de Beni en noreste, la más castigada por la crecida de ríos, explicó Velásquez. Gran parte del país soportó entre enero y febrero precipitaciones que han rebasado los registros normales con desbordes de ríos.
El pueblo de Santa Ana de Yacuma quedó convertido en una isla mientras en Trinidad, capital de la provincia, a 390 kilómetros al noreste de La Paz, centenares de familias abandonaron sus casas anegadas para refugiarse en un terraplén que protege la ciudad y que podría ser rebasado si continúan creciendo los ríos, han dicho las autoridades. Decenas de comunidades quedaron aisladas y las autoridades hacen esfuerzos para abastecerles de alimentos mediante helicópteros. Carreteras y caminos han quedado bajo las aguas.
El gobierno de Brasil anunció el viernes el envío de dos helicópteros Cougar y un equipo de búsqueda y salvataje para participar en operaciones de ayuda a las víctimas. España anunció el envío de 20 toneladas de ayuda humanitaria.
Según Defensa Civil una veintena de personas han muertos sepultadas por mazamorras y otras ha sido arrastradas por turbiones en regiones altas. Once cuerpos no han sido hallados. Más de 2.000 personas viven en albergues temporales.