El Papa Francisco dejó esta tarde el Vaticano a bordo de un autobús y acompañado por sus principales colaboradores, con destino a un retiro espiritual que durará seis días.
Poco después de las 16:00 horas locales (15:00 GMT), acompañado por cardenales y arzobispos, abordó el vehículo gris que se dirigió hasta la residencia religiosa Casa Divino Maestro de la localidad de Ariccia, a las afueras de Roma.
En torno a las 18:00 (17:00 GMT) comenzaron formalmente los ejercicios espirituales, que incluirán una serie de reflexiones ofrecidas por el sacerdote carmelita Bruno Secondin bajo el lema Servidores y profetas del Dios viviente.
Este día el pontífice pidió a los fieles que acompañen con la oración, a él y a sus colaboradores, para que durante el retiro ellos puedan superar sus defectos y tentaciones.
Asomado a la ventana de su estudio personal, en el Palacio Apostólico, solicitó: Recen porque este desierto que son los ejercicios, podamos escuchar la voz de Jesús y corregir tantos defectos que nosotros todos tenemos, y también hacer frente a las tentaciones que cada día nos atacan.
Como el año pasado, Jorge Mario Bergoglio decidió tener fuera del Vaticano sus anuales ejercicios espirituales de Cuaresma, el tiempo litúrgico católico de 40 días antes de la celebración de la Pascua.
El retiro concluirá la mañana del viernes 27 de febrero. Hasta entonces todas las actividades del Papa, públicas y privadas, quedarán suspendidas.