El gobierno de Ecuador admitió el jueves que la seguridad del Papa Francisco durante su visita a este país en julio próximo resulta de suma preocupación para el presidente Rafael Correa, al punto que ya costó la renuncia de un gobernador.
Este no es un tema menor, es un tema de suma preocupación para el presidente (Rafael Correa) y para todo el gobierno, indicó el jueves en rueda de prensa la titular de la Secretaría Nacional de Gestión de la Política, Viviana Bonilla.
Bonilla anunció que el viernes funcionarios de seguridad entregarán un informe sobre las condiciones del predio aledaño al santuario del Señor de la Divina Misericordia, en Guayaquil, donde el Papa oficiará una misa multitudinaria, el 6 de julio próximo.
Bonilla manifestó que una vez analizado el informe técnico por las más altas autoridades del gobierno, su contenido será difundido de manera responsable al país.
El secretario de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Fausto Trávez, y el arzobispo de Guayaquil, Antonio Arregui, señalaron que el pontífice desea oficiar la misa en el santuario del Señor de la Divina Misericordia por tratarse de un año dedicado a la misericordia.
Durante su visita a Ecuador, del 5 al 8 de julio próximo, el Papa Francisco tiene previsto encabezar actos religiosos tanto en Guayaquil como en Quito, luego de lo cual continuará su periplo por Sudamérica, que lo llevará a Bolivia y Paraguay.