Durante el sermón de su misa privada matutina, celebrada en la capilla de su residencia vaticana de Santa Marta, el Papa Francisco llamó a tener cuidado y no sentirse mejores que los demás porque todos necesitan ser justificados.
Al recordar el pasaje bíblico de las dos ciudades pecadoras, Sodoma y Gomorra, aseguró que todos necesitan convertirse y cambiar su vida. Pero precisó que Dios busca un acercamiento sincero y pone en guardia para no ser hipócritas. ¿Qué hacen los hipócritas? Se disfrazan, se disfrazan de buenos: ponen cara de imagencita, rezan mirando hacia el cielo, haciéndose ver, se sienten más justos que los demás, desprecian a los demás, señaló.
Dicen yo soy muy católico, porque mi tío es un gran benefactor, mi familia es ésta, y yo soy… he aprendido… conocido a tal obispo, a tal cardenal, a tal padre…. Yo soy…. Se sienten mejores que los demás. Ésta es la hipocresía, añadió.
Aclaró que el señor dice: No, eso no porque ninguno es justo por sí mismo, todos tienen necesidad de ser justificados pero el único que nos justifica es Jesucristo. Según el pontífice cuando pasa la apariencia de cristianos disfrazados se ve la realidad y quedan al descubierto quienes no son congruentes.
Para dejar la hipocresía recomendó lavarse, purificarse, alejarse del mal y aprender a hacer el bien. Socorran al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan la causa de la viuda. Ocúpense del prójimo: del enfermo, del pobre, del que tiene necesidad, del ignorante. Ésta es la piedra de toque, indicó.
Los hipócritas no saben hacer esto, no pueden, porque están tan llenos de sí mismos que están ciegos para mirar a los demás. Cuando uno camina un poco y se acerca al Señor, la luz del Señor le hace ver estas cosas y va a ayudar a los hermanos, insistió.