Francisco dio la advertencia durante un discurso en la oficina de la ONU en Kenia luego de celebrar su primera misa pública en el continente: una alegre celebración en un día lluvioso a la que asistieron aproximadamente 300.000 fieles, incluido el mandatario del país. El papa argentino, que nunca había visitado África, pudo ver a cantantes que ululaban en swahili, monjas que se meneaban al ritmo de la música, miembros de la tribu masai y niños vestidos en los colores de la bandera keniana.
Francisco ha hecho de las preocupaciones ecológicas su sello distintivo durante su papado de casi tres años, al publicar hace unos meses encíclicas históricas que unían la necesidad del cuidado ambiental con la necesidad de cuidar a los más vulnerables de la humanidad. El papa argumenta que ambos están vinculados ya que los pobres suelen ser los más afectados por el calentamiento global.
“Sería triste, y me atrevo a decir que incluso catastrófico, que los intereses especiales prevalezcan sobre el bien común y lleven a una manipulación de información para proteger sus propios planes e intereses”, dijo Francisco.
No entró en detalles, pero por lo menos en Estados Unidos hay una campaña que rechaza los hallazgos del 97% de los climatólogos que dicen que el calentamiento global es causado por el hombre.
En su primer día completo en Kenia, Francisco recibió una ruidosa bienvenida de la multitud desde su papamóvil abierto, mientras unos 10.000 agentes de policía servían de guardia de seguridad. Después celebró misa en la Universidad de Nairobi ante 300.000 fieles. Algunas personas se encontraban en la universidad desde las 3 de la mañana a pesar de la lluvia intensa que transformó el terreno en un lodazal. Otros hicieron colas de hasta tres kilómetros para acercarse al lugar.
Pero no hubo ni de lejos las 1,4 millones de personas que habían previsto las autoridades al declarar feriado nacional el jueves. El Vaticano había pronosticado que asistiría medio millón de personas, pero probablemente el mal tiempo arredró a muchos.
En su homilía, el pontífice apeló a los valores familiares tradicionales, pidió a los kenianos que “resistan las prácticas que fomentan la soberbia en los hombres, lastiman o humillan a las mujeres, descuidan a los ancianos y amenazan la vida de los inocentes por nacer”.
La Iglesia africana es una de las más conservadoras del mundo, los obispos africanos están en la primera fila de los que insisten en poner énfasis en el magisterio de la Iglesia con respecto al matrimonio y la sexualidad, además de su oposición al aborto.
Francisco respondió a sus deseos, pero también insistió en los temas que le interesan: exhortó a crear una sociedad más justa que cuida a los pobres y a “rechazar todo lo que conduce al prejuicio y la discriminación, porque estas cosas no son de Dios”.
La población de Kenia, una excolonia británica, es cristiana en su mayor parte. Aproximadamente el 10% de los habitantes son musulmanes.
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Nicole Winfield está en Twitter como: www.twitter.com/nwinfield