Exhortamos a la organización a que no desatienda el clamor de este pueblo que merece vivir en paz, urgió aquí el canciller panameño Francisco Álvarez de Soto, quien dijo que la OEA tiene el derecho y el deber de saber lo que acontece en ese país. Hablando este martes en una sesión extraordinaria ante el Consejo Permanente de la OEA, Álvarez de Soto hizo una defensa del papel de la OEA y su relevancia en el contexto hemisférico.
En este sentido consideró que todos los países están llamados a trabajar juntos, para poner en práctica los mecanismos que permitan acompañar a los gobiernos de la región en el proceso de transformar el derecho a la democracia en una realidad cotidiana.
Precisamente, de eso se trata, y no de intervención en asuntos internos. Hay que tener presente que ningún estado puede escudarse en el principio de no intervención para justificar la inobservancia de obligaciones en materia de derechos humanos, precisó.
Álvarez de Soto dijo que cuando la OEA o uno sus países miembros expresa su preocupación respecto a la violación a los derechos humanos lo hace basándose en términos caracterizados y amparados por la Carta que nos convoca aquí y que todos aprobamos. Por eso es válido advertir que no constituyen injerencia alguna en los asuntos internos del otro Estado, advirtió.
El canciller panameño explicó que por esa razón su país no podía pasar por alto nuestra preocupación por la situación de hermano el pueblo de Venezuela, indicando que su expectativa es que gobierno y sociedad encuentren el camino que conduzca a un diálogo franco y sincero.
Todos debemos estar dispuestos a contribuir para que esto se logre. Confiamos que esta organización mantendrá presente la declaración emitida por este consejo en el sentido de velar por el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales y el rechazo a la violencia en cualquiera de sus manifestaciones en Venezuela, dijo.
Aún cuando mencionó las gestiones que lleva a cabo la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), esta organización tiene el derecho y el deber de estar suficientemente informada de lo que pase en Venezuela.
El propósito, explicó, es que la OEA pueda estar preparada para tomar decisiones en caso de que las circunstancias permitan que este organismo contribuya en la solución de la crisis. Panamá reitera hoy lo que ha dicho antes, sus propuestas ante la Organización de Estados Americanos ante esta situación han sido siempre en un pleno de respeto absoluto al pueblo y gobierno de Venezuela, entendiendo que la situación debe ser resulta entre los venezolanos, dijo.
La intervención de Álvarez de Soto, el único orador en la sesión, contrastó con la que escenificó semanas atrás el representante permanente Arturo Vallarino, cuando trato de ceder su silla a la líder opositora venezolana Maria Corina Machado a fin de que ella hablara ante el Consejo, siendo nulificado por Venezuela y sus aliados.