Las autoridades de Pakistán han ordenado la máxima alerta ante las posibles represalias del movimiento talibán tras la muerte de su líder, Hakimullah Mehsud, en un ataque de un avión no tripulado de Estados Unidos en Waziristán del Norte.
En especial se ha reforzado la seguridad en Peshawar, la ciudad más importante de las Áreas Tribales de Administración Federal, tradicional bastión talibán.
La Policía paquistaní ha enviado un destacamento especial al consulado de Estados Unidos y a otros puntos de la ciudad especialmente poblados.
El Ejército paquistaní se ha desplazado a las principales misiones diplomáticas y ha incrementado su presencia en los puntos de entrada y de salida de la ciudad.
El Ministerio de Exteriores de Pakistán condenó este sábado el ataque aéreo no tripulado de Estados Unidos en el que murió el jefe del grupo Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), Hakimullah Mehsud.
“Tales ataques violan la soberanía de Pakistán y su integridad territorial, así como sientan precedentes peligrosos en las relaciones bilaterales”, señaló una declaración oficial emitida por la cancillería pakistaní.
Según el diario local Dawn, Jalid está implicado en el ataque contra una base naval en Karachi en 2011 y en la organización de la fuga de unos 400 reclusos de la prisión de la ciudad de Bannu en 2012.