Tokio, 10 Oct (Notimex).- El Abierto de Japón está en busca de un nuevo rey, pues el tenista francés Benoit Paire demostró que ya le tiene bien tomada la medida al japonés Kei Nishikori y le estropeó la defensa de su corona al eliminarlo en semifinales.
Tras una hora y 48 minutos, por parciales de 1-6, 6-4 y 6-2, el galo despachó al asiático sin importar que tuviera al público y a los pronósticos en su contra, reaccionó a tiempo y fijó cita en la definición, donde se encontrará con el suizo Stanislas Wawrinka.
La revancha era el invitado especial de este partido, pues apenas hace unas semanas, Paire sorprendió en la ronda inicial del Abierto de Estados Unidos al nipón, quien llegaba como serio contendiente y subcampeón de la edición anterior.
Pero en un segundo plano, casi en el olvido, el francés también tenía un par de cuentas que le debía la sexta raqueta del orbe, las cuales databan de 2012 y 2013, así que aquella victoria en Nueva York aún no saldaba la deuda.
Al nacido en Avignon no se le olvida que el japonés fue quien frenó su camino en el Masters 1000 de París (2012) y en Roland Garros (2013), donde vivió un episodio amargo por una segunda advertencia del juez de silla, la cual llegó justo en un punto para set en su favor y a final de cuentas perdió los papeles y el partido.
Así que con el resentimiento de cada bando, se enfrascaron en una atractiva batalla, en la que Paire concretó tres rompimientos en seis oportunidades, mientras el anfitrión aprovechó sólo dos de las nueve generadas.
El europeo también mejoró en el aspecto de las dobles faltas, al conectar apenas cinco, a comparación de las 10 que disparó la víspera; aunado a esto, registró 11 “aces” que le ayudaron a salir avante en situaciones límite.
Además de colocarse a un paso de obtener el segundo galardón de su carrera (Bastad, 2015), Paire se aseguró por lo menos igualar su mejor posición histórica en la clasificación mundial, siendo vigésimo cuarto.
No obstante, de seguir inspirado y superar en la gran final a “Stan”, primero en la siembra, entonces el francés ascendería hasta el décimo octavo peldaño del escalafón.
El desafío ante Wawrinka no será nada sencillo, pues el helvético aniquiló 6-4 y 7-6 (7/5) al luxemburgués Gilles Muller, a quien le endosó ocho saques directos y le arrebató 30 puntos desde la devolución.
El historial entre los finalistas de este certamen, de categoría ATP 500, favorece al nacido en Lausana 4-1 y de mantenerse la tendencia, “Stan” festejaría su cuarto título de la temporada.