Padres en EEUU no quieren vacunar a sus hijos

Autoridades de salubridad en Estados Unidos indican que va en aumento tasa de padres que deciden no vacunar a sus hijos.

La mayoría de los padres hacen vacunar a sus hijos y las tasas nacionales de vacunación en los jardines de infantes son superiores al 90%. Pero en algunos estados se ha notado un incremento en la cantidad de padres que quieren que sus hijos sean eximidos de vacunarse en las escuelas. En algunas comunidades, varios miembros de una familia evitan o demoran las inyecciones a pesar de algunos brotes recientes de enfermedades que se pueden prevenir mediante vacunas y que habían prácticamente desaparecido de Estados Unidos.

El sarampión es una de las mayores preocupaciones. Hace 50 años se registraban medio millón de casos anuales en el país, 450 de ellos fatales. Hacia el año 2000, la enfermedad había prácticamente desaparecido gracias a las vacunas. en 2004 se registraron apenas 34 casos, pero en los últimos cinco años hubo un aumento y se sabe de cientos de casos. Las autoridades temen que si aumentan las familias que no vacunan a sus hijos, puede reaparecer el sarampión en Estados Unidos.

Los científicos creían que el problema era que algunos padres están mal informados y que es todo cuestión de ofrecerles “la información correcta“.

Sin embargo, algunos estudios demostraron que eso no es necesariamente así. Por ejemplo, en los últimos 15 años ha proliferado la noción de que las vacunas provocan autismo en los niños y cuesta mucho hacerle cambiar de opinión a esa gente, incluso si se le ofrece evidencia científica.

Además, hoy en día, muchos padres hacen un análisis de costos y beneficios y llegan a la conclusión de que ahora que ya casi no hay ciertas enfermedades, no se justifica correr riesgos con las vacunas, afirmó Stephen Calderwood, presidente de la Sociedad Nacional de Enfermedades Infecciosas.

La llegada de la internet, por otro lado, da a quienes desconfían del gobierno, los médicos y las compañías farmacéuticas un megáfono para publicitar sus puntos de vista y sumar adeptos a su causa.

Un factor que no ayuda al sistema médico es que cuando alguien plantea inquietudes en torno a las vacunas, los científicos del gobierno no alzan su voz para decirles que no hay evidencia alguna que justifique esa inquietud.

Los expertos dicen que es fundamental que los médicos alienten a las familias a vacunar a sus hijos. Hay quienes piensan que los médicos no han sido lo suficientemente enérgicos en ese sentido, tal vez por falta de tiempo. Un grupo presidido por Orenstein, el National Vaccine Advisory Committee, recomendó que se capacite a los médicos para que hagan llegar el mensaje sobre la importancia de las vacunas.

 

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