El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina presentó su renuncia acusado de corrupción, tras semanas de manifestaciones pacíficas.
Otto Pérez Molina presentó su renuncia la madrugada del jueves, a unos meses de que finalizará su gestión el próximo 14 de enero de 2016.
Las movilizaciones ciudadanas, sin participación de dirigentes políticos o partidos, comenzaron el 16 de abril cuando se desarticuló un grupo criminal dedicado al contrabando y la defraudación tributaria y siguieron hasta este día de la renuncia presidencial, la primera en la historia contemporánea de Guatemala.
La presión de la movilización ciudadana llevó a la renuncia, el 8 de mayo, de la vicepresidenta Baldetti, que fue capturada y se encuentra en prisión desde el 21 de agosto.
El mandatario en cambio se aferró al cargo, pese a la intensidad de las manifestaciones callejeras, que terminaban siempre ante el Palacio Nacional de la Cultura, ex sede del gobierno, en la Plaza de la Constitución, centro histórico de la ciudad de Guatemala.
El jueves 3 de septiembre, día histórico para los guatemaltecos, se produjo al fin la renuncia del presidente Pérez Molina, luego de que el juez a cargo del caso libró una orden de aprehensión en su contra.
Los guatemaltecos se reunieron desde la madrugada ante el Palacio Nacional para celebrar la renuncia del mandatario, quien horas después compareció, sin fuero, ante los tribunales para responder por las acusaciones de su participación en La Línea.