“Esa es una llamada de atención”, dijo el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen. Rasmussen criticó duramente la anexión de Crimea por parte de Rusia, calificándola de ilegal e ilegítima, y justificó la decisión de la OTAN de suspender un operativo naval conjunto que iba a realizar con Rusia para destruir las armas químicas de Siria.
Rasmussen además delineó preparativos militares que serán implementados por los miembros de la OTAN, de ser necesario, como reacción a la decisión de Rusia, incluyendo vuelos de vigilancia sobre Polonia y Rumania, y la inversión de recursos para proteger el espacio aéreo de Estonia, Letonia y Lituania. “Esta es la mayor amenaza a la seguridad y la estabilidad de Europa desde el fin de la Guerra Fría”, enfatizó Rasmussen en su discurso ante la Institución Brookings, un instituto de investigaciones políticas en Washington.
Añadió: “Los sucesos en Ucrania son un recordatorio estremecedor de que no debemos dar por sentado que Europa goza de seguridad… Debemos concentrarnos en las repercusiones a largo plazo de la agresión rusa”.
El discurso de Rasmussen mencionó brevemente otros temas relevantes para la OTAN como la guerra en Afganistán, la misión de paz en Kosovo y el combate contra los piratas en Somalia. También describió el fin de la misión de combate de la OTAN en Afganistán y la estrategia “para una nueva relación a futuro” con el país asiático.
La OTAN le ha pedido a Afganistán la firma de acuerdos de coordinación de seguridad a fin de permitir la estadía de tropas multinacionales allá como entrenadoras más allá del 31 de diciembre. El presidente afgano Hamid Karzai se ha resistido a ello repetidamente, por lo que los países occidentales depositan sus esperanzas de que su sucesor acceda tras las venideras elecciones presidenciales afganas.
Sin embargo, la decisión rusa ha obligado a Estados Unidos y sus aliados a preguntarse si es buen momento de respaldar la misión en Afganistán cuando sus propias fronteras están bajo presión.
Rasmussen dijo que las agresiones de Moscú no desviarán a la OTAN de su misión en Afganistán. “Tenemos la capacidad para manejar varias misiones y operaciones al mismo tiempo”, indicó. “Y los acontecimientos en curso no tendrán ningún impacto en nuestro compromiso en Afganistán”.