Kabul, 30 Sep (Notimex).- Fuerzas especiales de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) llegaron hoy a Afganistán para apoyar a las tropas afganas en su lucha contra la insurgencia talibana, a fin de recuperar el control de la norteña ciudad de Kunduz.
El despliegue se da sólo dos días de que los talibanes tomaron el control de Kunduz y a nueve meses de que la OTAN dio por terminada sus misión en Afganistán, tras permanecer en el país desde 2003, al mando de la ISAF (Fuerza Internacional para la Asistencia y Seguridad en Afganistán).
El portavoz de las tropas estadunidenses en Afganistán, coronel Brian Tribus, explicó que las fuerzas especiales de la alianza atlántica respaldarán al Ejército afgano en la logística y asesoría, pero no lucharán contra los talibanes, según un reporte de la televisión Al Yazira.
“Las tropas de la OTAN en Afganistán fueron desplegadas en Kunduz no para pelear, sino para ayudar al Ejército afgano a reconquistar esta estratégica ciudad del norte del país en manos de los talibanes”, destacó el coronel estadunidense.
La estratégica Kunduz se convirtió en la primera ciudad que cae en manos de la insurgencia talibana, desde la caída de su régimen en 2001, tras la ofensiva militar lanzada por Estado Unidos en reacción a los atentados del 11 de septiembre de ese año contra las Torres Gemelas.
Una fuente militar occidental en el terreno de combate confirmó en condición de anonimato a medios internacionales la presencia de soldados extranjeros en Kunduz, en su mayoría de estadunidenses, alemanes y británicos, aunque no dio detalles de su misión.
El despliegue de la OTAN fue confirmado luego que durante la noche del martes y la madrugada de este miércoles la aviación estadunidense llevó a cabo tres ataques alrededor de Kunduz y su aeropuerto, donde se llevan a cabo los combates más cruentos entre las tropas afganas y los insurgentes.
El servicio afgano de Inteligencia informó que durante los bombardeos fueron abatidos al menos 160 combatientes talibanes, entre ellos Mawlawi Salam, jefe del Talibán en la provincia de Kunduz, y su lugarteniente.
La captura de Kunduz tiene un gran impacto en Afganistán ya que se registra a un año de la llegada al poder del presidente Ashraf Ghani, quien se comprometió a traer la paz al país, devastado por más de 30 años de conflicto.