Los embajadores permanentes de los países miembros de la Alianza Atlántica (OTAN) iniciaron hoy una reunión encabezada por el secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen, para analizar la tensión entre Ucrania y Rusia.
La citadel Consejo del Atlántico Norte ocurre a pedido de Polonia, que comparte fronteras con ambos países, y teme las consecuencias que esta crisis tenga sobre su territorio. El gobierno de Varsóvia invocó el lunes el artículo IV del Tratado Atlántico, que preve consultas entre los Aliados sobre la eventual necesidad de prepararse para defender el territorio de uno de sus miembros.
Los acontecimientos en Ucrania y en sus cercanías son considerados como una amenaza para los países vecinos aliados y tienen implicaciones serias y directas para la seguridad y la estabilidad del área euro-atlántica, afirmó Rasmussen. El jefe de la OTAN también propuso a Moscú celebrar una reunión extraordinaria del Consejo OTAN-Rusia para analizar la crisis ucraniana, pero sigue esperando una respuesta.